martes, 3 de abril de 2012

Huancavelica

Relatos de Huancavelica
Catedral de Huancavelica y su portada de piedra roja, realmente parece que estuviera pintada.

Tren macho Huancayo-Huancavelica
La mina de la muerte


En las cercanías de la localidad de Santa Bárbara, a pocos kilómetros de Huancavelica, existe una mina llamada “Mina de la Muerte”, porque en ella murieron trabajando, miles de miles de pobladores de diferentes localidades de Huancavelica y de otros lugares lejanos. Cuenta la historia que los españoles llegaron a esta localidad de Huancavelica, al descubrir un enorme yacimiento de Azogue, el cual era muy valioso, porque gracias a este mineral, se podían separar los minerales extraídos en otras minas del país, en la que están el Oro y la Plata.
Al llegar la República, esta mina siguió funcionando, pero con poca menor actividad, hasta que se llegò a cerrar por completo. Por esas fechas se cuenta que existía en el interior de la “mina de la muerte”, un hombrecito que lo llamaban MUQUI, y alguno de los pobladores de la zona lo vieron sosteniendo en la mano, una pequeña lámpara de carburo, abrigado con un poncho hecho de lana de vicuña., tenía en la cabeza dos pequeños cuernos relucientes y hablaba con voz suave. Este personaje era el más celoso guardián de la mina. Cuando los lugareños entraban a trabajar, tenían que dejarle Coca, Cigarro Inka y su botella de traguito, porque sino, él no dejaba trabajar y ocurrían derrumbes.
Por esa época, también vivía un hombrecito llamado Sebastián, el cual vivía con sus cinco hijos, el mayor tenia 10 años, Sebastián trabajaba en la mina, y nunca había visto al MUQUI y como no lo había visto el decía que no creía que existía. Un día, al entrar solo a trabajar, viò por el fondo del socavón la sombra de un pequeño que corría, al percatarse, Sebastián lo siguió, corrió pensando que ese niño estaba perdido, hasta que se dio cuenta que había entrado demasiado dentro de la mina, lugar donde los trabajadores nunca habían entrado por el temor de los derrumbes. Es allí donde el Muqui se le presenta y le dice. Ahhhhh dices que yo no existo, entonces por no creer en mí, tú nunca podrás salir de esta Mina.
Sebastián, asustado y lloroso le ruega al hombrecito que lo deje salir, pero él le dice que sin su ayuda nunca podrá encontrar el camino de vuelta. El Muqui, le pregunta, ¿que es lo que tienes para que puedas darme? a lo que Sebastián le responde: nada Muqui nada, soy muy pobre y solo quiero salir porque me esperan mis hijos, y ellos deben estar con mucha hambre, a lo que el MUQUI le contesta, quien como tù que alguien te espera, en cambio yo, vivo en las profundidades de esta mina, cuidando el tesoro que nunca descubrieron los Españoles. Yo te veo sincero y bueno, ve con tu familia y llévate esta piedra como recuerdo de nuestro encuentro.
Al salir del socavón, Sebastián corrió donde se encontraban sus hijos a contarles lo sucedido, al llegar a casa sacó de su bolso la piedra que le había regalado, cual fue su sorpresa que era Oro puro. Enterados de la noticia los lugareños, entraron con todos los instrumentos para buscar la veta del Oro, la cual hasta la fecha nunca se encontró.
Desde esa fecha Sebastián y sus hijos siempre que pasan por la boca del socavón, dejan Coca, Cigarro Inka y una botellita de Trago.

Cigarros "inka" de producciòn nacional.
Coca, tradicional hoja usada en las zonas andinas
Botellita de trago, licor de caña de azùcar

 HISTORIA DEL TREN MACHO


“Sale cuando quiere, llega cuando puede ” es la fama que cariñosamente se ha ganado el tren que cubre la ruta de Huancayo- Huancavelica- Huancayo, llamado “Trencito Macho”
El ferrocarril de Huancayo a Huancavelica, se construyó durante el Gobierno de Augusto B. Leguia y gracias a la influencia del Huancavelicano Don Celestino Manchego Muñoz, hombre de confianza y colaborador directo de Leguia.
nicialmente la construcción del ferrocarril estuvo proyectado entre Huancayo y Ayacucho. Testigo de lo afirmado es que hasta ahora se puede leer en la estación de Ingahuasi, la inscripción “ 1921- Ingahuasi - F.C.H.A ” (ferrocarril Central Huancayo – Ayacucho ).
Para lograr la construcción,  Celestino Manchego Muñoz, tuvo que defender con tenacidad el desvío del ferrocarril hacia Huancavelica, aduciendo entre sus argumentos más contundentes que de Huancavelica se iba a transportar oro, plata y minerales, mientras que de Ayacucho que se traería ¿ acaso tunas ?
Después de una ardorosa defensa en la Cámara de Diputados, donde tambièn los representantes de Ayacucho y Apúrimac tenían sus propios argumentos, finalmente Manchego Muñoz logró que el 23 de abril de 1929, el gobierno dictara la siguiente resolución :


“MINISTERIO DE FOMENTO .- Dirección de Fomento.- Resolución.- El Ferrocarril de Huancayo al Cuzco.- Lima,23 de abril de 1929.- siendo necesario estudiar la ruta más conveniente para dar salida al ferrocarril de Huancayo a Cuzco hacia un puerto de la costa, tomando punto inicial y terminal, respectivamente, la ciudad de Huancavelica y el Puerto de Pisco, así como también la posibilidad de unir la zona carbonera de Jatunhuasi con el proyecto de ramal de la costa, y a éste, siguiendo el río Pampas, con el reconocimiento que ejecutó el ingeniero Tellería entre Ayacucho y Abancay: y vista la propuesta del Ingeniero don Pablo A. Boggio para llevar a cabo los respectivo estudios:.- SE RESUELVE .- Acèptase la propuesta del referido Ingeniero, con sujeción a las especificaciones que contiene el informe que de la misma ha emitido el cuerpo de ingenieros civiles, quedando facultado el Ministerio de Fomento para atender el pago del indicado trabajo con cargo a la partida número 7151 del pliego ordinario del ramo del presupuesto de la República en ejercicio.- Regístrese y comuníquese.- Rúbrica del Presidente de la República .-A.B.LEGUIA.

Siendo aún Presidente Constitucional de la República el ciudadano don Augusto B Leguia, y Ministro de Fomento el doctor Celestino Manchego Muñoz, se termino é inauguró el ferrocarril Huancayo – Huancavelica el 24 de octubre de 1926, obra que hasta la fecha constituye aparte de un medio de comunicación un medio de integración de nuestros pueblos.



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