martes, 24 de abril de 2012

Amèrica latina y el imperio



América Latina: Giras y elecciones bajo la sombra macabra del Imperio


Caracas, Nov. 30 ABN (Por Hernán Mena Cifuentes) América Latina fue escenario en días recientes, de 2 giras presidenciales y en las últimas horas, de 2 procesos comiciales que evidencian la lucha que a lo largo de más de 5 siglos libran en la región el Bien y el Mal, choque entre barbarie y civilización en el que está en juego el futuro de sus pueblos que buscan liberarse de imperios y sus gendarmes que los han explotado y saqueado sus riquezas.

Se trata de las visitas del presidente de Irán Mahmud Ahmadiniyad a Brasil, Bolivia y Venezuela, la del mandatario del Estado sionista de Israel Shimon Peres a Brasil y Argentina y las elecciones celebradas este domingo en Uruguay y Honduras, eventos que aún cuando aislados entre si, convergen en un mismo objetivo: el sórdido conflicto en que está inmersa la región bajo la constante amenaza del imperio yanqui.

Esta vez el peligro vino desde lejos, cuando ese gendarme del Imperio que es Israel, envió a su presidente para extender los tentáculos del sionismo a la región con el fin de dividir pueblos hermanos, sembrar odio y levantar murallas de enemistad y desconfianza con un pueblo y gobierno amigo como lo es el país persa y su presidente, cada día más identificados y solidarios con sus luchas libertarias como la que libran ellos mismos contra EEUU.

Su fracaso fue rotundo. En los dos países que visitó, cometió el grave error diplomático y político de satanizar al pacífico e inédito proceso revolucionario bolivariano y a su líder Hugo Chávez Frías y condenar a la Revolución de los Ayatolás y a Ahmadinayeh, en un gesto de irrespeto para con sus anfitriones, Inazio Lula da Silva y Cristina Fernández de Kirchner, a quienes une una estrecha amistad con ambos líderes y solidaridad con los procesos que dirigen.

Por ello fue que recibió sendas “bofetadas” en el rostro por parte de Lula y Cristina, cuando el primero, reconoció “el derecho de Irán a desarrollar un plan nuclear con fines pacíficos, y la jefa del Estado Argentino admitió claramente y sin ambages ante él, la hermandad que le une a Chávez, diciendo que “Argentina no permite que nadie elija a sus amigos, ni tampoco pretende elegir los amigos de nadie.”

En el marco de su cínico discurso, Peres dijo en Brasil que “Ahmadineyad quiere destruir a Israel y dominar a Medio oriente”, cínico insulto a la inteligencia, pues el mundo sabe que es Israel el que domina y atropella en la región con sus guerras y su ocupación del pueblo palestino, al que persigue, encarcela y masacra en el marco de un proceso de exterminio que incluyó el crimen cometido recientemente en Gaza donde asesinó a miles de personas en su mayoría niños y mujeres.

Peres vertió el veneno de su odio contra Chávez, diciendo que “utiliza el crudo para consolidar su posición y que no le va a alcanzar el petróleo para comprar al resto del mundo”, mintió igualmente, pues parte del energético que produce Venezuela lo suministra a pueblos hermanos y vecinos a precios bajos, sin intereses y pago a largo plazo en un acto solidario que la mezquina y fascista mente de Peres es incapaz de entender.

Y no sólo a los pueblos del Caribe y Centroamérica, también lo entrega gratuitamente durante cada invierno (a través de Citgo, empresa venezolana que posee refinerías y estaciones de servicio en EEUU) a centenares de ancianatos, orfanatos, hogares pobres y a indigentes que lo usan para preparar sus limentos y calentar sus viviendas, que hoy no sufren o mueren de hambre o frío, como sucedía a muchos de ellos, cuando no recibían tan generosa ayuda.

Pero si la gira de Peres fue un fracaso, la de Ahmadineyad, fue todo un éxito, ya que éste en su periplo por Brasil, Bolivia y Venezuela, llevó el mensaje de paz y unidad de Irán con esos pueblos y suscribió importantes acuerdos bilaterales en las áreas de energía, ciencia, salud, educación, industria y agricultura que ratifican los estrechos vínculos de hermandad y el sincero propósito de cooperación que unen a él y a su país con sus pueblos y gobiernos.

Con Lula en Brasil firmó nuevos acuerdos en materia de energía, ciencia y tecnología y biocombustibles y en Bolivia inauguró junto con Evo Morales un hospital y una planta de leche financiados por Irán como lo han sido otros proyectos que en otras áreas financia Irán en el país del Altiplano, cuya revolución al igual que la bolivariana de Venezuela, está hermanada con la Revolución de los Ayatolás.

La visita de Ahmadineyad a Venezuela, (la cuarta que realiza al país) fue la más significativa de todas, siendo objeto de una calurosa bienvenida por parte del pueblo mientras su hermano y amigo Chávez Frías, lo calificaba como lo que es, “un gladiador de las luchas antiimperialistas”, con quien suscribió 68 acuerdos de cooperación en las áreas de ciencia, turismo, manufactura, ambiente, construcción y electricidad.

Uno de los actos de mayor relevancia protagonizado por ambos presidentes fue la inauguración de la sede del Fondo Financiero Único Binacional que con un capital de 1.000 millones de dólares, está orientado a lograr independencia financiera para los 129 proyectos de desarrollo que adelantan los 2 países, y que sumados a los 68 firmados durante su visita totalizan un total de 197, y que está dirigido igualmente a financiar proyectos en otras naciones hermanas.

De allí la abismal diferencia entre la humanista gira de Ahmadineyad y la del belicista Shimon Peres, ya que mientras la del iraní estrechó lazos de amistad duradera, la de éste fue fugaz e intrascendente, plagada de ofensas y calumnias y apenas limitada a la firma de modestos convenios y ofertas guerreristas, como la hecha a Lula de venderle esas máquinas diabólicas que son los “drones asesinos” que están matando a miles de inocentes en Afganistán y Pakistán.

Por otra parte, el acto mas reciente de la tragedia que vive América Latina y el Caribe por culpa del Imperio y sus lacayos tuvo lugar este domingo en Honduras, donde los “gorilas escapados de la jaula” que retrotrajeron la región a la oscura era de las dictaduras que se creía superada, celebraron una mascarada de elecciones pretendiendo obtener la legitimidad que les niega la historia y el Derecho por haber derrocado a un presidente elegido por el pueblo.

Lo hicieron en medio del repudio y desprecio de los hondureños que, que en el marco de esa nueva estrategia de lucha diseñada por el Frente de Resistencia boicotearon el proceso con un “toque de queda popular” provocando un alto índice de abstención que dejó casi desiertos los centros de votación a los que acudieron solo los que apoyan el golpe: clases rica y media alta, mientras que el verdadero pueblo se quedó en sus casas o se lanzó a la calle para protestar.

Parte de los 30.000 verdugos, entre policías y militares que custodiaban los írritos comicios se abatieron contra ellos en San Pedro Sula con gases lacrimógenos, chorros de agua y garrotes, deteniendo a decenas de manifestantes algunos de los cuales fueron “desaparecidos” o encarcelados en otro acto de bestialidad como los que vienen perpetrando desde el mismo día del golpe que han dejado un elevado saldo de muertos y heridos.

Embriagados por el poder que dan las armas, creen haber triunfado sobre un pueblo que sólo está a la espera del momento más propicio para cambiar su método de lucha y resistencia, diferente al desplegado en los más de 300 días transcurridos desde el 28 de junio, fecha del aciago golpe, enfrentando a una horda de militares traidores, asesinos graduados con el título de Judas y torturadores en la macabra Escuela de las Américas, donde se dictan clases a los aspirantes a “gorilas.”

Pero ese pueblo no está solo. Lo acompaña el mundo entero en su empeño por recuperar su libertad y soberanía, ya que todos los gobiernos del planeta con excepción del de Barack Obama, el que traicionó sus promesas de paz desprendiéndose de su máscara de pacifista para atizar el fuego de la guerra en Afganistán y ordenar el golpe de Estado en Honduras, apoyó junto con un reducido grupo de vasallos el golpe y las espurias elecciones celebradas en el país centroamericano.

De esa manera, el Imperio quedó una vez más desnudo ante el mundo, mostrando su obscena y decrépita figura de depredador de democracias, bestia en vía de extinción que durante más de un siglo ha devorado con apoyo de vasallos como Goriletti, legítimos gobiernos mediante golpes como el perpetrado por la CIA contra Mosaddeq en Irán en 1953 y el asestado en Venezuela Chávez en 2002, conjuras que luego sucumbieron bajo la furia de un contragolpe popular y una gran revolución.

El otro capítulo de ese mundo antípoda de la Utopía, que el Tío Sam en el papel del “Gran Hermano” de la novela “1984” de Orwell pretende crear con apoyo de sus bases militares diseminadas a lo largo y ancho del planeta fue el que trató de escribir este domingo en Uruguay, sólo que esta vez no lo logró, pues “se le vino encima el cielo” con la avalancha de votos que el puebo depositó a favor de José “Pepe” Mujica, el combatiente que enfrentó a sus gorilas durante más de una década.

El veterano político y ex guerrillero Tupamaro, quien sufrió años de cárcel y torturas a manos de la dictadura cívico-militar -1973-1985- al servicio del Imperio y dejó el fusil para empuñar el arma del voto, resultó electo este domingo en una victoria histórica que reivindica las luchas y evoca la memoria del mártir y heroico cacique Tupac Amaru, de quien tomó su nombre el movimiento guerrillero del que Mujica fue uno de sus líderes.

De allí que su triunfo se suma a los conquistados en los últimos 11 años por los pueblos y líderes progresistas de la región, que han cambiado el mapa político, económico y social del subcontinente desde el día en que Chávez irrumpió en el escenario político esgrimiendo los estandartes libertarios esgrimidos por Bolívar y esa pléyade de héroes y mártires que fueron los próceres de nuestra primera independencia.

Y a pesar de todos los intentos que haga EEUU para frenar la lucha libertaria de la Gran Patria Latinoamericana y Caribeña enviando gendarmes como Shimon Peres; asestando golpes de Estado y organizando farsas electorales como la de Honduras, esos pueblos, como lo demostró hoy el de Uruguay con el triunfo a un líder revolucionario como Mujica, proseguirá su marcha incontenible hacia la Utopía de ese otro mundo posible que es el sueño de sus hijos.

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