jueves, 29 de octubre de 2020

“Por la razón o la fuerza” es un lema que manifiesta un espíritu intolerante...reza el escudo de armas de Chile

 



PROYECTO DE LEY DEL H. SENADOR NELSON AVILA QUE ESTABLECE  EL LEMA DEL ESCUDO DE ARMAS DE CHILE

 

El lema “Por la razón o la fuerza” fue propuesto por José Miguel Carrera y Manuel Rodríguez.  Se incorporó al Escudo nacional de la Patria Vieja (1810-1914).  Su texto completo era: “Tras las tinieblas la luz, por la razón o la fuerza”.  En realidad, era aún más explícito ya que decía, en latín, “por el consejo o la espada”.  Eso explica que haya sido traducido de distintas maneras.

 

Al eliminarle la primera parte, “tras las tinieblas, la luz”, el lema quedó como un simple desafío sin fundamento.  Podríamos decir, fuera de contexto.

 En 1819, O’Higgins estableció otro Escudo completamente diferente que consistía  en una columna  con un globo terráqueo y un indígena armado a cada lado.  La única  leyenda estaba  en la parte superior y era simplemente la palabra “Libertad”.

 El 26 de junio de 1834, durante el gobierno de José Joaquín Prieto se estableció el escudo nacional que rige actualmente. Fue diseñado por el artista inglés Carlos Wood.

 El historiador Bernardino Bravo en un libro suyo, sostiene que el estado de derecho en Chile está basado en el lema del escudo.  La idea central del autor es que el poder político se basa en la fuerza. Esta visión decimonónica, debe  reemplazarse por el concepto  de que el fundamento del Estado  es la razón de las personas  que dan vida y contenido a las instituciones.

 La posibilidad de modificar el Escudo nacional, no es algo nuevo.  De hecho  ha sufrido varios cambios, como el mencionado  de 1812, el de 1819 establecido por O’Higgins y el de 1834.

 El lema “Por la razón o la fuerza” es evidentemente, muy agresivo.  Incurre en dos manifestaciones simultáneas de intolerancia: creer tener la razón  y si esta no es aceptada, conferirse el derecho de imponerla por la fuerza.

Este lema siempre ha generado  malestar en los países con los cuales se mantienen relaciones.  Hace presumir que si no se aceptan las decisiones  de Chile, éste puede recurrir a la fuerza, lo cual es absurdo  en el contexto actual.  Se trata de un lema desafiante y provocativo.  Ha sido cuestionado porque representa una paradoja irracional.  Aquello que se establece por la razón,  no puede estar acompañado por la fuerza o ser reemplazado por ésta, ya que son  conceptos totalmente antagónicos.  En efecto, la razón para existir requiere  de libertad y esta implica ausencia de coerción.  Desde el clasicismo griego se sostiene que la razón permite producir juicios que sólo  serán válidos si han  sido elaborados sin presión o fuerza. Kant sostenía que los imperativos  categóricos  de carácter moral sólo podían tener validez si eran un proceso interno del hombre que se expresaba como voluntad libre y sin ninguna imposición. Stuart Mill y los liberales exaltaron la libertad como condición  para que un juicio fuera válido.   Aristóteles  sostenía que el hombre libre debe hacer su  voluntad, mientras que el esclavo debe someterse a la ajena. 

 El lema de nuestro escudo nacional parte del supuesto de que se puede imponer  la voluntad a otros.  La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que “los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de razón  y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

 ¿Cuál es el sentido del lema?  La interpretación más directa es que el Estado impone su voluntad por la razón, es decir explicando y convenciendo, presentando los argumentos que justifican la decisión y a continuación, para  aquellos que no han sido convencidos debe imponérseles la “razón de estado”… por la fuerza.

 En el caso de controversias internacionales, este lema justifica la guerra ya que habrá una etapa de discusión y exposición de razones, pero terminada ésta, el Estado chileno puede recurrir a la fuerza ya que agotó los procedimientos de la razón, lo que contraviene directamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

 En términos más vulgares es el comportamiento de un matón que expone sus razones.  Si éstas   no son convincentes o si no son aceptadas, tiene derecho a imponer sus criterios  por la fuerza.

 El derecho universal y en especial los derechos humanos eliminan el uso de la fuerza en las relaciones entre los países  y las personas y están explícitamente prohibidas expresiones como tortura, penas o tratos crueles y degradantes.

 

Es necesario  establecer que la esencia del ser humano es la razón.  Esto lo diferencia de los animales, por lo cual la única fuerza  que debe usar es la de la razón.  La calidad y veracidad de los argumentos es lo  que da respaldo a la razón.  Ello permite eliminar la violencia en las relaciones humanas.

 

Por otra parte, la ley aprobada el 24 de Junio de 1834 que creó el escudo nacional no le asignó lema. La frase “Por la razón y la fuerza” solamente tuvo sanción legal como divisa para piezas de plata. Anteriormente, se habían acuñado monedas de oro con dicha leyenda.

 

Así, el lema que hoy ostenta nuestro escudo, derivado indudablemente de las monedas, se introdujo en él solamente por el Decreto de Guerra Nº2.271 de 4 de Septiembre de 1920, que oficializó un modelo de Escudo nacional, incorporando a éste la frase “Por la razón o la fuerza”.

 

La calidad jurídica de la referida disposición es, a lo menos, discutible. Si bien lleva la firma del Presidente de la República, es un simple decreto emanado del Ministerio de Guerra. Además, no fue publicado en el Diario Oficial sino que en un Boletín del Ejército, quedando limitado el conocimiento de esta normativa al acotado número de chilenos que tenían acceso al  aludido boletín.

 

En virtud de lo expuesto, y reconociendo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos considera que las relaciones entre las naciones deben ser amistosas, invito a este H. Senado a asumir la necesidad de incorporar los principios de la fraternidad  en las relaciones humanas, proponiendo  el siguiente:

 

 

PROYECTO DE LEY

 

Artículo único: El lema del Escudo de armas de la República es “Por la fuerza de la razón”.



Chile Inteligente - Cambia el Lema

https://www.change.org/p/tomashirsch-cambiar-el-lema-del-escudo-nacional-de-chile



Te invitamos a firmar, esta petición para solicitar el cambio de lema del Escudo Nacional. 

En el año 2016  Fundación Chile Inteligente propuso Cambiar nuestro Lema del Escudo de Armas, para crear un nuevo marco de convivencia en nuestro país. 

Hoy frente a la contingencia nacional se discute y conversa sobre una Nueva Constitución. Es el momento para revisar los valores que nos constituyen y que se reflejan en nuestros emblemas. 

“Por la razón o la fuerza” es un lema que manifiesta un espíritu intolerante y autoritario. Es la voz de los que, creyendo que tienen la verdad, se sienten con el derecho de imponerla, por la razón o por la fuerza.

Por eso queremos cambiarlo por uno que propicie una convivencia más amable y solidaria.

Invitamos a todas las personas y organizaciones a desarrollar iniciativas que aporten a crear un lema que defina una convivencia respetuosa y fraternal.

Te invitamos a utilizar el hashtag #CambiaElLema y a participar en las iniciativas de este movimiento ciudadano.


lunes, 26 de octubre de 2020

Una historia como consecuencia de la Guerra del Pacìfico

 EL REGIONALISMO DE LOS REFUGIADOS DEL CALLAO-PERÚ 

Tarapacá fue denominada insistentemente “provincia cautiva” por los discursos del Presidente Leguía y otros políticos peruanos de la época. En los principales libros de investigadores peruanos sobre el conflicto chilenoperuano, a Tarapacá se le conoce por ese nombre. El libro de registro civil de Lima donde se inscribieron los refugiados sin documentación en regla, se le conoce como de “las cautivas de Tarapacá”. Sin embargo, previo al acuerdo del 1929, ese término desaparece de los discursos oficiales, y Tarapacá quedó notoriamente fuera de toda reivindicación peruana, centrándose el interés sólo por Arica-Tacna, reconociendo de ese modo los términos del Tratado de Ancón que en su artículo 2 dejaba bajo soberanía chilena a perpetuidad, la provincia de Tarapacá. 


El más duradero de los cautiverios ha estado en la mente de los propios tarapaqueños refugiados que, a pesar de los años, no olvidan su identidad forjada en el siglo pasado y comienzos de éste en la pampa del Tamarugal y en la costa salina de Tarapacá. Como el regionalismo es un sentimiento, la idea, la imagen de Tarapacá, se transformó en una obsesión, en una fe, la “patria chica” como ellos le llamaban y le llaman aún se endiosa y se transforma en un motivo cotidiano de vivir. Lima, y específicamente el Callao, fue el destino escogido por los refugiados de Tarapacá, pero también otros lugares del Perú como Moliendo y Arequipa. 


Aquellos se hallaron ubicados en cines, manicomios, escuelas, verdaderos albergues provisorios que se tornaron permanentes por la falta de empleo, generando una nueva frustración en los refugiados. Enfrentados a este problema y al convencimiento que Tarapacá no sería devuelto al Perú, el  gobierno de A. Leguía decretó la Ley N° 5443 del 13 de marzo de 1926, que concedió terrenos de 300 metros cuadrados a las familias de tarapaqueños pobres. Una vez realizado el empadronamiento de aproximadamente 418 lotes, se adquirió el 18 de julio de 1929 (aprovechando tal vez los recursos provenientes del propio tratado con Chile), el fundo “La Chalaca” ubicado en el Callao. 


Acta de nacimiento de peruana nacida en la Provincia Cautiva de Tarapacà, emitida por la Municipalidad Metropolitana de Lima.




Recién en 1948 se autorizó a los tarapaqueños a ocupar sus lotes. De éstos emergió la Urbanización Tarapacá. La cantidad de repatriados que llegaron a Lima-Callao varía según la fuente: según el diario La Voz del Sur fueron 13.000 (31 de marzo de 1921) y El Tarapaqueño del Callao anuncia 40.000 (21 de octubre de 1971).

En la urbanización “Tarapacá”, están todavía los refugiados, a más de setenta años de las últimas expulsiones haciendo reuniones, conmemorando fechas, realizando bailes a beneficio como en las viejas mutuales, y recordando una tierra que ni siquiera algunos conocen. Sin embargo, el “ser tarapaqueño” los hace distintos en el Callao, diferentes en Lima, doblemente peruanos en el Perú y un poco chilenos en la intimidad familiar. Allí están las calles con sus nombres tarapaqueños, Iquique, Canchones, Huara, etc., un espacio virtual de la provincia que sus abuelos, sus padres o ellos mismos, cuando niños, abandonaron un día, pero que nunca la dejaron del todo. Como las razones de la expulsión-partida fue una mezcla de razones patrióticas y motivos económicos, posiblemente ello mismo exacerbó el sentimiento asociado al regionalismo y avivó la llama de la identidad tarapaqueña, resistiéndose y complementándose a otras identidades a nivel meso como la de ser “chalaco” (Callao) o Limeño. Quizás podríamos decir -como Benedict Anderson se refirió a las comunidades que originaron el nacionalismo- (Anderson; 1993) que los tarapaqueños del Callao “imaginaron” y continúan imaginándose una región que ya no existe en el territorio que abandonaron un día, pero en cambio han construido una comunidad que es real, posee identidad, organización, son todavía un movimiento social que se diferencia de todas las demás comunidades que conforman la sociedad peruana contemporánea. En otras palabras, los tarapaqueños del Callao son una comunidad real, con un sentimiento regionalista de gran profundidad histórica, construido en base a una región imaginada. Recorrer las calles de la urbanización Tarapacá es recordar; cada calle tiene el nombre de un pueblo, de un valle, de un toponimio tarapaqueño. La mayoría de los vecinos tienen raíces y tienen dolores que vienen de Tarapacá, pues dejaron familiares, dejaron pertenencias, dejaron vivencias, dejaron lo que no querían dejar, sus hogares, sus amigos. Ya por la cruz de alquitrán, pintadas en las puertas por las Ligas Patrióticas, ya por sus propios temores o por la crisis, y aprovechando las facilidades de transporte (vapores) entregados por el consulado peruano en Iquique y Pisagua, miles iniciaron una marcha que para la mayoría fue sin retorno. Con ello se fue una imagen de región: el Tarapacá del ciclo salitrero, pero si entendemos a la región como un espacio socialmente construido (Boisier; 1989 y 1990) y al regionalismo como un sentimiento, 

Tarapacá ha sido en su acontecer histórico producto de diversos constructos culturales y tenido distintos sentimientos asociados a ellos. El Tarapacá de nuestros días no es igual a aquel de los tiempos de la Conquista y Colonia cuando pertenecía a Arequipa, tampoco al Tarapacá peruano que formaba parte del Departamento de Moquegua, incluso ya poco queda del Tarapacá salitrero que se hermanaba con Antofagasta y Taltal. 

La región así entendida, como un artefacto histórico y cultural, tiene un espacio funcional que es simétrico con el espacio de pertenencia territorial del sujeto, aquel espacio que define su identidad a nivel meso como: tarapaqueño, nortino, etc. Por tanto, la región más que un territorio es una percepción, una identidad. Dicha percepción, dicha identidad, puede viajar con el sujeto a cualquier territorio porque está internalizada en su personalidad. Esa identidad llevó a los tarapaqueños a fundar en pleno centro de Santiago el famoso “Centro Hijos de Tarapacá”, como los tarapaqueños del Callao fundaron “La Sociedad Patriótica Tarapaqueña”. Interesante es observar como en el caso de la identidad Tarapaqueña, tanto aquellos habitantes de origen peruano como de origen chileno, enfrentaron su identidad conflictivamente con la identidad nacional, por ejemplo, para los limeños el habla y las costumbres de los tarapaqueños del Callao eran “muy chilenas”; de igual modo, los tarapaqueños chilenos más de alguna vez han sido motejados de “cholos” por los santiaguinos. Tarapacá entre 1830-1910 se distinguió por ser una región contenedora de migraciones venidas de los tres países vecinos y de todas las latitudes del  mundo, pero también se caracterizó por una gran tolerancia étnica y de distintas nacionalidades, como por la existencia de organizaciones obreras y patronales internacionalistas, y la existencia de clubes sociales, escuelas e incluso curas peruanos y de otras nacionalidades. 

Tarapacá fue una región pluriétnica y plurinacional, rasgo que definió el carácter y personalidad del tarapaqueño de ese período. La Liga Patriótica (González y otros; 1994) y el clima nacionalista generado en la provincia, enfrentado a un siempre amenazador plebiscito por Arica-Tacna y por el siempre aludido “cautiverio” de Tarapacá, generó una ruptura definitiva en la percepción de la región. Esa ruptura provocada en 1911 por la acción del Estado chileno (a través de sus aparatos ideológicos, como la administración pública y la escuela fiscal) y la acción de la sociedad civil (a través de ciertos grupos organizados, como las Ligas Patrióticas), se prolongó hasta 1929, cuando un acuerdo entre ambos países dio por resultado un Tratado que, además de poner punto final al conflicto internacional entre ambos, terminó con el conflicto interno en Tacna, Arica y Tarapacá. 

En 1929 Tarapacá ya no era la misma provincia de 1911, se había transformado en una región chilena homogeneizada y asimilada a la identidad nacional, su multiculturalidad quedó oculta en ciertas identidades locales, esparcidas en la región y fuera de ella, una es la de los tarapaqueños del Callao en Perú.


SERGIO GONZÁLEZ MIRANDA T

TARAPACÁ: REGIÓN EN CONFLICTO (1911-1929)


Jòvenes futbolistas de ascendencia tarapaqueña, Club Uniòn Tarapacà



El complejo chileno de la superioridad de su raza ? .......................(Memoria chilena)

Debemos tener cuidado porque el enemigo lo tenemos cerca y no cesarà en sus ambiciones.




Alumnos y profesores. Actividad de primera comuniòn, Escuela Enrique Carcheri Gonzales en la Urbanizaciòn Tarapacà.


Celebraciones en la Urbanizaciòn por Aniversario Nacional
1957






La Casa de Campo de la familia Acevedo. Se ubicaba a pocos metros del Parque Morales Bermudez (Cancha Trece). Actualmente no existe.


                                            Una imagen màs que mil palabras.



Columna de los lectores

JUAN DEL CARMEN LOYOLA ZAPATA Colegio Médico del Perú: 11500 Registro Nacional de Especialistas: 4293 Email: jloyola14@yahoo.com


Pérez Esquivel: "Un pueblo sin memoria está condenado a ser dominado”






miércoles, 21 de octubre de 2020

PROPÓLEO propiedades y beneficios. Propóleo (PROPOLIS) cómo se toma


Los beneficios del propóleo

El propóleo, según han demostrado varios estudios científicos, posee muchas otras propiedades medicinales, entre las que se le reconocen: antibióticas (fungicida y bacteriana), cicatrizantes, antiinflamatorias, analgésicas, antialérgicas, epitelizantes y anestésicas, entre otras.

Esta sustancia resinosa, de color verde o casi negro, que obtienen las abejas de las yemas y cortezas de algunos árboles como el abedul, sauce, castaño, roble, pino, cerezo y algunas plantas herbáceas, también contiene provitamina A, vitaminas del grupo B (especialmente B3), aminoácidos, minerales y bioflavonoides (vitamina P).

Las abejas utilizan el propóleo para cubrir herméticamente las paredes de la colmena y así protegerla de virus, hongos y bacterias.

Por lo general, se usa para tratar afecciones de las vías respiratorias, como catarros, gripe, sinusitis, otitis, laringitis, bronquitis, asma, neumonía, influenza; y de la piel, como abscesos, forúnculos, verrugas, grietas, eczemas y herpes zóster.

Un grupo de investigadores del Albert Einstein College of Medicine de Nueva York publicaron, en 1997, un trabajo donde mostraron la capacidad del propóleo de suprimir la replicación del VIH tipo 1 (VIH-1) y su efecto inmunoestimulante, según publica el doctor Walter Fierro Morales, médico internista y apiterapeuta, en su trabajo Evidencias científicas del propóleo desde el punto de vista médico1.

El empleo del propóleo tiene muchos beneficios sobre diferentes partes de nuestro organismo, principalmente:

  • Aparato digestivo: nos ayudará a regular el apetito, regenerar las úlceras y, además, es un buen protector hepático.
  • Vías respiratorias: Al ser un antibiótico natural, ayuda a prevenir y recuperarse de las enfermedades respiratorias.
  • Aparato circulatorio: Es vasodilatador e hipotensor, disminuye la fragilidad capilar, inhibe la oxidación del colesterol y ayuda a normalizar la presión arterial.
  • Propiedades dermatológicas: Es un cicatrizante, desinfectante, antiinflamatorio natural, y se emplea para problemas en la piel y como fungicida.
  • Propiedades odontológicas: Ayuda a mantener la salud de la boca, estimula la generación de esmalte dental, impide la formación de caries y placa bacteriana, y favorece la curación de las aftas bucales.

El propóleo se comercializa como extracto líquido, cápsulas, jarabes, cremas y cosméticos, lociones y productos farmacéuticos. Lo puedes adquirir fácilmente en herbolarios o parafarmacias. Para su conservación, almacénalo en un lugar seco y fresco, alejado de la luz, y mantén el recipiente bien cerrado, para que no pierda sus propiedades.

No se han demostrado contraindicaciones, reacciones alérgicas ni toxicas por sobredosis, y es compatible con la toma de otras medicinas, pero antes de comenzar a utilizar propóleo es recomendable que consultes con tu médico si es beneficioso para ti y si tiene alguna interacción con la medicación antirretroviral.

Si quieres saber más…

  • Torres, Laura. La miel y otros derivados de la abeja. Polen, propóleo y jalea real. Editorial Océano Ámbar.
  • Pérez Agustí, Adolfo. Jalea real, un milagro para la salud: polen, miel y própolis. Ediciones Masters.

Fuente y referencia

  • Fearnle, James. Bee Propolis. Editorial Independent Pub Group
  1. Harish Z, Rubinstein A, Golodner M, Elmaiah M, Mizrachi Y. Supression of HIV-1 replication by propolis and its immunoregulatory effect. Drugs Exp Clin Res 1997; 23 (2): 89-96.

PRODUCTOS DE LAS ABEJAS, JARABES, EN GOTAS,  


Cuando residìa en Japòn, pasados los años 2000, tuve oportunidad de llegar a Lima y luego viajar al interior. Me dirigì a Cusco, curioseando y paseando por la ciudad y alrededores. No fuì a Machupicchu, ya que en viaje anterior lo hice. Si estuve en Ollantaytambo. Muy interesante el viaje, encontrar gentes de todos lados, turistas del mundo. El gran mercado principal de San Pedro, en el centro, abarrotado, ofreciendo sus productos ante el interès de los viajeros. Compran recuerdos de su visita. Muchos encontramos tambièn desayunando o almorzando en su interior. Preguntan por la "maca", otros por el "mate de coca", los vendedores les ofrecen "sal de Maras", pero se decantan màs por las artesanìas cuyos locales ocupan gran parte del market de San Pedro, muy cerca de la estaciòn de trenes.

MERCADO DE SAN PEDRO EN CUSCO



CUSCO SAN PEDRO MARKET

Saliendo del mercado, en el camino, ingreso a negocio de productos naturales. Me atiende la propietaria y consulto con ella sobre lo que vende y el orìgen de ciertos productos. Me explica sobre las abejas y los beneficios que ofrecen al humano. Tomè interès por la " jalea real " y el "propòleo". Comenta sobre sus propiedades y beneficios. Comprè "propòleo" en gotas, cuya producciòn era de la zona apìcola de Cusco. A raìz de la explicaciòn de la señora Norma, sentì la curiosidad e iniciè mi investigaciòn que, a la larga, luego de tantos años, he venido usando los productos apìcolas.
De regreso al paìs por donde nace el sol, Japòn, llevo conmigo propòleo en gotas. Se termina e inicio la bùsqueda en los supermercados y farmacias de la zona donde residìa. Habìa en càpsulas la jalea real y en pastillas el propòleo, este ùltimo, producido con insumos de Brasil. 
Los inviernos en Japòn son duros y me habituè al consumo de las pastillas de propòleo. Contribuyò mucho a mi salud. No sufrì de resfrìos, mejorò el funcionamiento de mi organismo.
Tambièn ocasionamente tomaba la jalea real en càpsulas. Recuerdo que el laboratorio o empresa que fabricaba la jalea real era Orihiro. En la actualidad existen muchos otros por la difusiòn que han tenido los productos apìcolas.
En 2019, octubre, estuve en la ciudad de HoChiMinh, en Vietnam y adquirì en una farmacia jalea real, producto de Australia. 
Estos años, luego de regresar de Japòn, allà por 2009, he adquirido los productos apìcolas, bàsicamente propòleo, que hasta la fecha consumo y conforme aparece de la imagen ( arriba), existen diferentes laboratorios o empresas que fabrican. Como se aprecia, en presentaciòn de jarabes y en envases para consumirse a travès del uso de goteros. Los precios en nuestro paìs son bastante còmodos y acequibles.
Ûltimamente, he adquirido de la empresa EColmena (Bigprol), propòleo, que me ha llegado por delivery, con los protocolos establecidos. De la marca Apisvol tambièn adquiero el estracto, ya que mi consumo es a diario, una vez, por lo general por las mañanas, alrededor de 15 gotas.
El mundo sufre la pandemia del Covid-19, podrìa beneficiar el consumo de los productos apìcolas para afrontarla, segùn algunos estudios. 
Como es de conocimiento mundial, aùn se experimenta con la vacuna para enfrentar al virus y nuestro paìs el Perù, por medio de sus autoridades, no ha tomado las medidas adecuadas que, finalmente han perjudicado a los ciudadanos, por la gran pèrdida de vidas humanas, y falta de atenciòn adecuada en los centros hospitalarios. 
Segùn se desprende de las informaciones, el Estado no adquiriò lo necesario que constituìan las pruebas moleculares. Se abastecieron de las ràpidas que no eran las màs convenientes.

En fin, son temas de larga discusiòn que podrìan involucrar a muchas personas y que justicia se encargarà de señalar a los responsables.