jueves, 18 de enero de 2024

Ciudad de Moquegua, sur peruano. Invitaciòn para hacer turismo, descubrirla.

SIRENA DE COBRE EN PUERTO DE ILO

MERCEDES CABELLO, ESCRITORA ORIUNDA DE MOQUEGUA

PASEO DE LOS GUARDIANES DE LA HISTORIA DE MOQUEGUA







PLAZA DE ARMAS DE MOQUEGUA

 

lunes, 15 de enero de 2024

Rómulus Romanórum Rex I.

 

De los varones ilustres romanos

by Pseudo Aurelio Víctor, Sexto; Muñoz Álvarez, Agustín

Publication date 1790

https://archive.org/details/AV022/page/3/mode/1up

 





 

Rómulus Romanórum Rex I.

 

Drocas, Rey de los Albanos, tuvo dos hijos, Amulio, y Numitor, a los quales les dexó el Reyno, para que lo gobernasen por turnos de un año. (1) Pero Amulio no le dió el mando a su hermano, y para privarlo de sucesion, (2) hizo Sacerdotisa Maxíma de la Diosa Vesta a Rea Silvia su hija, para que estuviese obligada a guardar virginidad perpetua: la qual, habiendo sido forzada por el Dios Marte, dió a luz a Romulo, y a Remo. Amulio. la puso en prision, y arrojó a los niños al rio Tiber, a los quales dezó el agua en seco. Al llanto acudió una loba, y los alimentó dandoles de mamar. Despues un pastor llamado Edustulo, habiendolos recogido, se los dio a su muger Aca Larencia, para que los criase. Los quales despues, (3) habiendo dado muerte a Amulio, restituyeron el Reyno a su abuelo Numitor.

 

(3) Siendo ya grandes.

 

Ellos, aunados los pastores, edificaron una ciudad, a la qual Romulo, quedando vencedor por el agúero, por haber visto él doce buytres, y Remo solamente seis, la llamó Roma. Y para fortalecerla primero con leyes que con murallas , publicó una orden que ninguno saltase la balla: la qual saltó Remo, haciendo burla, y se dice que fue muerto con un azadon por un Centurion llamado Celer.

 

Romulo primer Rey de los Romanos.

ROMULO abrió asilo (1) para los que concurrian alli, y habiendo juntado un grueso egercito, (2) viendo que faltaban mugeres con quien casar, las pidió por sus Embajadores a las Ciudades vecinas. Las quales habiendoselas negado, fingió las fiestas Consuales,(3) a las que como hubiese concurrido multitud de uno y otro sexó, (4) haciendo señal a los suyos, echaron mano a las doncellas.

(4) De hombres y mugeres.

 

De las quáles llevando: a una muy hermosa, con grande admiracion de todos, (1) respondieron que se la llevaban a Talasio. (2) Las quales bodas por haber salido con felicidad,(3) se estableció que en todas las bodas se invocase el nombre de Talasio. Habiendo robado los Romanos las hijas de sus vecinos, tomaron las armas contra ellos los Ceninenses, los primeros. Contra los quales salió Romulo, y venció con una sola batalla al egercito de ellos, y  su Capitan Acron. Consagró los despojos opimos (4) a Jupiter Feretrio en el Capitolio. Los Antemnates, los Crustuminos, los Fidenates, los Veyentes, y dos Sabinos tomaron tambien las armas contra los Romanos por causa de las robadas. Y acercandose a Roma, habiendo encontrado a la doncella Tarpeya, que habia baxado a sacar agua para los Sacrificios, Tito Tacto le dió la accion de escoger el premio que quisiese, como llevase su egercito al Capitolio. Ella pidió lo que llevaban ellos en las manos: Izquierdas y es a saber, los anillos y los brazaletes, los que habiendoselos prometido engañosamente, llevó a los Sabinos al Alcazar, en donde mandó Tacio.que la enterrasen con los escudos, (1) pues tambien habian: tenido estos en las manos izquierdas. Romulo salió contra Tacio, que tenia tomado el monte Tarpeyo, y trabó el combate en aquel sitio en que está, ahora el foro Romano (2). Alli murió Hosto Hostilio, peleando: esforzadisimamente, con cuya muerte desanimados los Romanos, comenzaron a huir.

(1) Que le echasen encima los escudos, dexandola enterrada entre ellos.

(2) La Audiencia de Roma.

(3) Por haberse celebrado con felicidad,

(4) Despojos Opímos se llamaban los que quitaba el Capitan al Capitan de los enemigos, habiendole dado muerte.

Entonces Romulo ofreció edificar un Templo a Jupiter Estator, (3) y se detuvo el egercito o casualmente, o por milagro. Entonces las robadas se pusieron en medio, (4) y rogando por una parte a sus padres, por otra a sus maridos ajustaron la paz. Romulo hizo el tratado de paz, y recibió a los Sabinos en la Ciudad, y llamó al pueblo Quirítes de Cures, Ciudad de los Sabinos. Llamó Padres a cien Senadores por la piedad. Instituyó tres Centurias de Caballeros, a las quales las llamó  Ramnenses de su nombre, Tacienses del nombre de Tito Tacto, y Lúceres del nombre de Lucumon. Distribuyó la plebe en treinta Curias, y las llamó con los nombres de las robadas. Estando haciendo la revista de su egercito junto a la laguna de la Cabra, desapareció. Por lo qual habiendose originado sedicion entre los Padres y el Pueblo, Julio Proculo, varon noble, vino a la junta, y afirmó con juramento que habia visto a Romulo con una presencia magestuosa, subiendo al Cielo; y que él mismo les mandaba que se abstubiesen de sediciones, y se exercitasen en las armas: que de este modo llegarían a ser los Señores de todas las naciones. Se dió credito a la autoridad de éste. Se edificó un Templo a Romulo en el collado Quirinal, fue venerado por Dios, y llamado Quirino.

(3) Asi se llamó despues por haber detenido (como se creía) en esta ocasion al egercito Romano.

(4) De los dos egercitos.

 

domingo, 14 de enero de 2024

Marco Antonio, de los varones ilustres romanos, Public. date 1790

 Marco Antonio

Marco Antonio VIII

 MARCO Antonio, compañero de Cesar en todas sus expediciones, intentó ponerle la corona en las fiestas Lupercales : y muerto, le decretó honores de Dios. Trató alevosamente a: Augusto , por el qual vencido en Mutina, y rendido por la hambre en Perusio, huyó a la Galia. Allì se juntó con su compañero Lepido: dió muerte a Bruto habiendo sobornado su egercito: y reparadas sus fuerzas volvió a Italia, y hizo las amistades con Cesar. Hecho Triunviro, empezó la proscripcion por su tio Lucio Cesar, Enviado a la Siria, puso guerra a los Partos: por los quales vencido, apenas llevó a Egipto la tercera parte de quince legiones: en donde prendado del amor de Cleopatra, fue vencido por Augusto en la costa: Accíaca, Habiendo vuelto a Alexandria, y habiendose sentado en el Solio Real con las vestiduras de Rey; se dió la muerte por su misma mano.

 Antonio en la proscripcion.


De Cleopatra, algo breve.

De los varones ilustres romanos by Pseudo Aurelio Víctor, Sexto; Muñoz Álvarez, Agustín

La Reyna Cleopatra IX; Cleopatra, hija de Ptolemeo Rey de los Egipcios, habiendo sido expulsada por su hermano y marido Ptolemeo, a quien ella habia querido desfraudar el derecho al Reyno, vino a ver a Cesar a Alexandria en la guerra Civil: y consiguió de él por su hermosura el Reyno, y la muerte de Ptolemeo. Despues se casó con Antonio, y siendo vencida con él, fingiendo que le hacta las exéguias en su mausoléo, se arrimó unos aspides,(1) y murió. (1) Para que le picasen. 

https://archive.org/details/AV022/page/n216/mode/1up

jueves, 11 de enero de 2024

Ikiru 1952, pelìcula japonesa

Kanji Watanabe es un viejo funcionario público que arrastra una vida monótona y gris, sin hacer prácticamente nada. Sin embargo, no es consciente del vacío de su existencia hasta que un día le diagnostican un cáncer incurable. Con la certeza de que el fin de sus días se acerca, surge en él la necesidad de buscarle un sentido a la vida. Profunda reflexión sobre la vida y la muerte (...) Excelente trabajo de su intérprete principal para uno de los grandes clásicos del cine japonés de todos los tiempos" Fernando Morales: Diario El País "Inolvidable reflexión sobre la muerte y sobre una nación que estaba cambiando" Javier Rioyo: Cinemanía "Si no la has visto nunca, deberías. Si ya la has visto antes, tu admiración sólo irá a más" Michael Wilmington: Chicago Tribune "Una de esas escasas películas que realmente podría inspirar a alguien a cambiar su vida (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 4)" Roger Ebert: Chicago Sun-Times "Nunca ha habido una película sobre la muerte inminente más inteligente o más compasiva" Ty Burr: Boston Globe "Un variado y detallado retrato de la vida de la clase media en el Japón contemporáneo, con un buen puñado de observaciones sociales cáusticas y una capa extra de sentimiento" Bosley Crowther: The New York Times "Lo primero que tengo que decir sobre 'Ikiru' — y en definitiva a Kurosawa — es gracias (...) Sublime" Ben Livant: Slant

martes, 9 de enero de 2024

El perro, amigo del hombre

 

El 'Cave Canem' más famoso, en Pompeya. Foto: Eufrosine (<a

Feliciana y Chispita

La historia va por este lado, doña Feliciana es una adulta mayor ( 67 años ), no tiene pareja, separada, tiene hijos y vive sola, eventualmente trabaja en actividad comercial y de servicios, lo que satisface apenas las necesidades diarias.  Desde hace varios meses, se ha mudado y ahora reside en localidad, distante de la anterior, que  convivìa casi con la playa de uno de los lugares màs tranquilos del  sur peruano, bañada por el pacìfico mar de su ocèano; su piel oscurecida por ese contacto ambiental; hoy la ventisca y sus arenas, se la van aclarando. Su locación, ha llegado, hasta las alturas, contrariamente al llano de su  past morada, lo que para ella, es un gran cambio, que lo ha aceptado, de repente, porque quiso un poco, perder el contacto con  el ocèano que durante años fue su compañero, que nunca se detiene, tampoco se envejece y bañándose, deja sus espumas, como el habitual uso de los jabones y shampùs. Me voy desgastando dijo Feliciana, me paso el tiempo mirando las tranquilas aguas, en antaño, hoy, los arenales del cerro que me alberga, la rutina de siempre, poco que ver y nada de què disfrutar, acota la doña. Esto genera la costumbre, que te lleva al desgaste de la vida, y que es el paso, próximo o no tanto para la existencia no física.

Hora del cambio dijo y se marchò, llevando consigo enseres y todos los cachivaches posibles al nuevo lar. Instalada después de arduo trabajo, teniendo en cuenta que iba del llano hacia las alturas, màs arriba de las faldas del cerro ( parte inferior de una montaña o colina).  Resquebrajada su salud, casi mínimo contacto con la familia, màs cerca de los vecinos, donde la nueva era ella, en el lugar, màs no en la vida, ni en su mundo actual.

Carga con dos perritos, sus inseparables compañeros, juguetones y enanos o de raza pequeña.

Feliciana se pone enferma, se dirige a la posta mèdica màs cercana, le dan algunas medicinas, genéricas, paliativos que a la larga complican màs al cuerpo que lo beneficien, soluciones de momento. Le recomiendan análisis y demás. El SIS ( Sistema Integral de Salud, en Perù ),  se encargarà le dijeron. Conocido este SIS por ineficiente, falto de recursos económicos, compras amañadas y todo lo que conlleva este tema de la administración pública o del estado inepto. Bueno es tema generalizado y que forma parte de la cultura chicha, que beneficia a las conexiones de la logística y sus ramas en los interiores administrativos del gran aparato que se llama Estado.

Sucede que el dìa menos pensado, Feliciana, de un momento al otro, se va al piso, afirmado sobre la arena de su cerromorada, se desvanece, le viene desmayo, vueltas de cabeza, debilidad de piernas. Las mascotas ladran pero no son escuchados al estar la morada a puertas cerradas. Los vecinos en sus asuntos. Preocupante la situación, desesperados los animalitos, uno de ellos es Chispita. Se muerde la cola, se golpea su cabeza, no ve reacciones en su dueña, al borde de la locura Chispita. De repente se le enciende la chispa y què hace este fiel can, levanta su patita, coloca su tripita delante de rostro de Feliciana y la mea. Al sentir el tibio lìquido, la ama, reacciona y a rastras, abre su puerta y solicita auxilio a los vecinos quienes acuden y la trasladan a centro mèdico para la atención debida.

Chispita ha sido el héroe de la historia y por ello le tiene gratitud Feliciana. Aunque dijo que iba a adoptarla y consolidar su acta de nacimiento, para que pase de vida perruna a la otra.

Cuànto o tanto cariño puede dar un animal por su ser querido, ya no es su amo. Son como uña y tierra, solamente les diferencia el ADN.

En el  caso de Feliciana, se relaciona con su entorno, menos familiar, màs un hìbrido, entre el humano y el animal, casi humano, con grandes cualidades, le falta el habla, la postura, el orinar parado si es macho, el que presiente los sucesos, el que tiene como decìamos, oìdos de tísico, tan sensible que cuando pasa el vendedor ambulante, aquel triciclero, o motorizado ofreciendo sus productos frutícolas: piñas, papayas, sandìas, paltas o el que distribuye sus pescados, sean bonitos, caballas y fureles; o, los que compran de todo: artículos en desuso: refrigeradoras, televisores, fierros, etc., con su perifoneo incesante y molestoso ( que es su trabajo ), derrame su aulle como que si lo estuvieran pateando y sean los últimos instantes de su perra vida.

La relación histórica entre los perros y los seres humanos desde el paleolítico

El arqueólogo Emilio Campomanes explica en este artículo de Historia cómo se formó la estrecha relación de los canes con el hombre. Basándose en los hallazgos de su disciplina indican que los perretes, e incluso sus antepasados, comparten nuestro día a día desde hace mucho más tiempo del que se creía, en el paleolítico. La tumba de un perro más antigua conocida tiene más de treinta mil años.

El perro procede de los lobos. Es obvio nada más mirar a algunas de nuestras peludas mascotas. Y la duda es cómo un depredador –el lobo– se fue a vivir junto a otro depredador –el hombre–, cuando ambos son enemigos potenciales. El peligro es evidente.

Existen varias teorías sobre la domesticación del perro. Que si se capturaron unos ejemplares que se 'amaestraron', que si merodeaban por los campamentos humanos. A mí la teoría que más me gusta es que domesticación se hizo a través de los niños. Es la menos seria... y sin duda la más creíble.

La época de la vida en que somos más receptivos a los cambios es la infancia, tanto en la especie humana como en la animal. Compartirnos con los perros tres rasgos: la curiosidad, el atrevimiento y las ganas de jugar. Un niño o un cachorro de lobo desconocen el peligro y pueden jugar o mostrarse sociables, e incluso una especie puede adoptar cachorros de la otra y criarlos.

Hay no pocas historias sobre lobas que han criado niños y que se ha demostrado que tienen un trasfondo real: El libro de la Selva, que conocemos por las películas de dibujos animados, pero en origen es una novela de Rudyard Kipling contando historias de su India natal. O bien los míticos Rómulo y Remo dos gemelos amamantados por una loba a orillas del Tíber.Ambas especies durante el juego aprenden y también adquieren vínculos que pueden durar a largo plazo. Los lobos, como los humanos de la prehistoria, eran seres de manada.

La teoría es más o menos es factible, aunque tiene sus partes débiles, como todas. Los lobos se mueven mucho por el territorio, tienen periodos de celo y apareamiento, que complican el proceso y la domesticación de un depredador no es tan sencilla, ni mucho menos rápida.

¿Desde cuándo somos amigos?

En la actualidad hay diferencias en los huesos de un perro y un lobo, que es lo único que un arqueólogo encuentra. De ahí se deduce mucho más de lo que usted pueda imaginar. De los hallazgos deducimos comportamientos, vínculos, cariño... ¿no se lo creen? Cuando terminen de leer me cuentan.

La amistad del ser humano con los lobos y después los perros es mucho más antigua de lo que se creía. Antes se pensaba que los perros se domesticaron durante el Neolítico, es decir, cuando domesticamos ovejas, cabras, vacas... y ya puestos, nos pusimos y hasta domesticamos lobos.

Pero la Arqueología nos dice que nuestra amistad es más antigua. Mucho más antigua. Procede del paleolítico cuando se pintaban las cuevas prehistóricas como Altamira y contamos los periodos de 10.000 en 10.000 años. Si nos remontamos muy atrás en la prehistoria existe un momento en que no es sencillo distinguir el esqueleto de un lobo salvaje y otro domesticado, por que los cambios en el animal se produjeron tras varias generaciones.

Pero la Prehistoria es una auténtica caja de sorpresas. En una cueva de Bélgica ha aparecido un ejemplar de 'protoperro' de hace 36.000 años, que no es el único. De hace unos 30.000 años hay otros ejemplares en Siberia que parece ser un lugar donde se domesticaron y dieron una raza autóctona asiática. Y más o menos de la misma época hay otro perrete aparecido en una colina de Chequia. Alguien le enterró cerca de unas tumbas humanas, con un hueso en la boca. Vamos, no me digan que no debía ser amigo de nuestros antepasados prehistóricos.

 

La enorme antigüedad de estos hallazgos hace que nuestra relación perruna no haya nacido ni siquiera con nuestra especie, sino que se remonta a los Neandertales, que en las últimas décadas tampoco paran de darnos sorpresas. Algunos de estos perros acompañaron a nuestros ancestros Neandertales, aunque nosotros pensamos que nuestra amistad era exclusiva de nuestra especie, los Sapiens Sapiens (los más antiguos los estudiaron como Cromañones).

 

Estos perros, probablemente más parecidos a un lobo que a un chucho doméstico, empezaron viviendo cerca de los campamentos humanos y después vivirían con los grupos humanos. Se cruzarían entre ellos o con otros lobos cuando el instinto apretaba, así que para la ciencia a veces es difícil determinar la diferencia. Durante el paleolítico debieron acompañarnos en la caza y hubo dos razas diferentes, de Europa occidental y otra asiática.

 

El largo viaje del perro

Hace unos diez mil años en Oriente Próximo la gente que vivía allí empezó a hacer cambios y a cosechar cereales salvajes y después a cultivarlos. Acabaron por ser agricultores y pasaron de la caza a hacerse pastores hace 7.500 años y probablemente nuestros amigos perrunos vivieron ese cambio que trasformaría la humanidad. Ha sido el cambio más importante de ambas especies. Así que el perro encontró un nuevo empleo a nuestro lado y empezó a especializarse en el cuidado del ganado.

Y merece la pena detenerse en esto. El cambio en el comportamiento perruno fue que espectacular. De acompañarnos en la caza, nuestro amigo evitó atacar al ganado y a vigilarlo. Gracias a generaciones de selección de individuos buscando cambios en el comportamiento.

Los pastores fueron los que extendieron el Neolítico por toda Europa. Esta actividad es muy propicia a la movilidad y a desplazarse a lugares donde no había agricultores con los que entrar en conflicto y así llegó a nuestra península ibérica, primero aparecieron los pastores con sus perros y más tarde nos hicimos agricultores.

Pero aquí ya vivíamos con perros. Hace unos años apareció en la prensa el hallazgo del enterramiento de un perro en Sado (Portugal), de ocho mil años de antigüedad. Los que tienen una mascota pueden entender el cariño para hacerles un homenaje en la eternidad.

Pero no es el único hallazgo perruno de la prehistoria peninsular, aunque parece que la raza autóctona se sustituyó en el Neolítico por razas caninas de Oriente.

Durante la prehistoria nos acompañaron los perros. Los enterramos como a uno más de la familia, trabajamos juntos, les alimentamos, nos alimentamos de ellos. Incluso participaron en nuestros ritos religiosos.

Dicen los especialistas que el perro suele aparecer muchas veces en las tumbas de los humanos, como un ser que nos ha de guiar en el más allá, y que ha de encontrar el camino hasta el otro mundo. Los íberos, por ejemplo, creían algo así y se hacían acompañar de sus fieles amigos en el más allá.

Para terminar nuestra historia canina, solo decir que los romanos trajeron más razas de perros, entre ellas chuchillos con tallas pequeñas, animales de compañía, domésticos, de 25 a 30 centímetros de altura. Aparecen en nuestras ciudades, por ejemplo, Lugo o Astorga.

Con toda seguridad mascotas de compañía y de lujo en esa cultura de la opulencia.

jueves, 4 de enero de 2024

Epicuro filosofìa...Aprender a Pensar

 


Epicuro





Carta a Meneceo

Epicuro a Meneceo, salud.

No por ser joven se aplique uno a la filosofía, ni, viejo, se canse por ello de filosofar. Nadie hay que no esté a tiempo, o al que haya pasado su hora, para la salud del alma. El que dice que no es tiempo aun o que pasó la ocasión del filosofar, éste es semejante a quien dice o que no es todavía momento de ser feliz o que no hay momento para ello. De forma que han de dedicarse a la filosofía tanto el joven como el viejo: el uno para conservarse joven, a pesar de los años, en el recuerdo grato de los bienes que han sido; el otro para que, siendo joven, viejo sea por su impavidez ante el futuro. Conviene, por tanto, atender a lo que hace la felicidad, porque, cuando somos felices, todo lo tenemos, y en cambio, cuando no, todo lo hacemos por lograrla. Tú practica y medita los consejos que siempre te he dado, considerando que son principios básicos del bien vivir. En especial, piensa que la divinidad -según su general intelección sugiere-es un ente incorruptible y feliz, y no le atribuyas nada incompatible con la incorruptibilidad ni impropio de la felicidad: que todas tus opiniones sobre dios puedan salvaguardar, con su incorruptibilidad, su felicidad. Los dioses, desde luego, existen, y es posible, evidentemente, la intelección de su existencia; ahora bien: tal como el común de la gente se los representa, no existen; si se les considera como ellos hacen, salvaguardar su existencia no es posible. Es impío no el que quiere acabar con los dioses del vulgo, sino el que atribuye a los dioses las opiniones del vulgo. Porque las aseveraciones de los más sobre los dioses no son ideas innatas, antes engañosas conjeturas; por eso es que los malos reciben de los dioses los peores males y los buenos lo más que los sirve, porque los dioses, como les es propio, viven siempre en el cultivo de las virtudes y reciben a los que en esto son sus semejantes, mientras que consideran extraño lo que no se asemeja a ellos. Por otra parte, ejercítate en la consideración de que la muerte no es, para nosotros, nada, porque no hay bien ni mal que no pueda sentirse, y la muerte es privación de sentido; de donde: la recta consideración de la muerte como cosa que en nada nos concierne hace gozosa, aunque sea mortal, nuestra vida, sin confiar en un tiempo sin límites sino renunciando a todo deseo de inmortalidad. Pues nada hay, en la vida, terrible; para quien tiene la certeza de que nada terrible conlleva la ausencia de la vida. Y así, vano es el que dice que teme a la muerte porque cuando uno está muerto no es dolorosa, pero sí lo es cuando uno la espera: aquello cuya presencia no conturba, en vano aflige al que lo espera. La muerte no es para nosotros el más temible de los males porque, cuando nosotros somos, la muerte no está, y, cuando la muerte està, entonces nosotros ya no somos; no lo es ni para los vivos, pues, ni para los muertos: para los unos justo porque, para ellos, no es, y para los otros porque ellos ya no son. Pero la mayoría de los hombres ora huyen de la muerte como del mayor mal, ora la buscan como descanso de los males de la vida. El sabio, por su parte, no desdeña vivir pero tampoco teme no vivir, porque ni tiene nada contra la vida ni cree que haya nada malo en no vivir. Del modo como, al comer, no busca la abundancia, sino la exquisitez, así quiere sacarle su fruto al tiempo, no abundante, sino exquisito. El que aconseja al joven que lleve un buen vivir, y al viejo que se prepare para bien morir, éste es imbécil, y no sólo por los goces de la vida; también porque es lo mismo preocuparse por bien vivir y por bien morir. Pero todavía peor quien dice que lo mejor es no haber nacido,

"y, si se ha nacido, pasar cuanto antes las puertas del Hades";

peor, sí, porque, si está convencido de lo que dice, ¿cómo no deja la vida?. Si de cierto es éste su pensamiento, bien puede realizarlo. Y si lo dice por burla, habla en necio de un tema que no lo consiente. Hay que recordar que el futuro no es nuestro ni del todo, no nuestro, para así no abandonarnos completamente a la esperanza de que será ni tampoco desesperar de que sea. Análogamente, hay que pensar que, de los deseos, unos son naturales y otros vanos, y, de los naturales, unos necesarios y otros simplemente naturales; de los necesarios, unos lo son con vistas a la felicidad, otros para una ininterrumpida tranquilidad corporal y otros para la vida misma. Un exacto conocimiento de unos y otros sabe referir su aceptación o rechazo a la salud del cuerpo y a la imperturbabilidad del alma, ya que son el fin de una vida dichosa y es por ello que todo lo hacemos, para no sufrir dolor ni turbación. Cuando por fin lo conseguimos toda la tempestad que antes la dominaba, se disuelve en el alma, y el hombre no ha de preocuparse por nada que le falte ni ha de buscar más nada con que llenar de bienes alma y cuerpo; porque sentimos necesidad de placer, entonces, cuando la ausencia del placer nos duele, pero, cuando no nos duele, no necesitamos placer, ya, y es por ello que decimos que el placer es principio y fin de una vida dichosa, pues entendemos que es el bien más principal y connatural al hombre, del cual partimos para aceptar o rechazar y al cual llegamos discerniendo todo bien con base al sufrimiento como límite. Y pues esto es el más principal bien y connatural, por ello es que no aceptamos cualquier tipo de placer, sino que muchos hay que rechazamos, cuando sus secuelas pueden sernos muy enojosas; y muchos tipos hay de dolor que creemos preferibles al placer, cuando acompaña a estos dolores, tras largo tiempo de soportarlos, un mayor placer. Cierto que todo placer es, por naturaleza, un bien en sí mismo, y, sin embargo, no todo placer ha de tomarse; de modo similar, todo dolor es un mal, pero no siempre han de evitarse todos. Es conveniente pensar en todo esto calculando y sopesando la utilidad o la inconveniencia que de ellos puede seguirse, porque hay veces en que un bien se nos hace un mal, al disfrutarlo, y, a la inversa, veces en que un mal se nos hace un bien. También la autosuficiencia creemos que es un gran bien: no porque tengamos que vivir siempre con poco, antes para que sepamos, si no tenemos mucho, conformarnos con poco; y ello por nuestra profunda convicción de que gozan más placenteramente de la abundancia quienes menos la necesitan, y de que lo necesario por naturaleza es fácil de lograr, pero lo superfluo es difícil. Los alimentos frugales pueden comportar disgusto, pero igual que una comida bien surtida, una vez superado el dolor que produce necesitar algo; y el pan y el agua proporcionan el màs alto placer, cuando uno tiene real necesidad de ellos. Acostumbrarse a comidas sencillas, no bien surtidas, asegura la salud y hace que el hombre soporte sin amargura las necesidades vitales, y, si a intervalos nos acercamos a la abundancia, nos hace mejor dispuestos a afrontarla y nos prepara para no temer al azar. Cuando decimos del placer que es fin no nos referimos a la vida placentera de los disolutos, o al placer del puro goce -como piensan algunos que no conocen o que no concuerdan o que mal interpretan nuestra doctrina-, sino a la ausencia de sufrimiento corporal y de turbación anímica. Porque la base de una vida feliz no está en beber y andar de parranda, ni en gozar de muchachos ni de mujeres, ni en los pescados ni en otros manjares que ofrece una mesa bien provista, sino en el cálculo juicioso que investigue las causas de cualquier aceptación o rechazo y aparte las opiniones por cuya causa domina, las más de las veces, la turbación en el alma. El principio de todo esto, y el mayor bien, es la prudencia, y por ello la prudencia es más apreciable incluso que la filosofía; de ella nacen las demás virtudes, todas, pues que enseña que no hay vida feliz donde falten buen juicio, belleza y justicia, y que no hay buen juicio ni belleza ni justicia donde falte el placer. Porque las virtudes y una vida feliz son connaturales y no hay fronteras que separen a las unas de lo otro. Puesto que, si uno tiene opiniones reverentes sobre los dioses y no siente en lo absoluto miedo ante la muerte y es capaz de razonar el fin natural de las cosas y de considerar que la cima de los bienes puede lograrse y es fácil de conseguir, y la de los males por poco tiempo dura y poco esfuerzo cuesta; y si se ríe del destino, que algunos consideran señor despótico de todas las cosas, y dice que cosas hay que suceden por necesidad, pero otras por suerte y otras dependen de nosotros, porque la necesidad es irresponsable y el azar no hay quien lo vea quieto y nuestra voluntad no admite dueño -razón por la cual puede criticarse y también ser, al contrario, alabada-; si es así, ¿quién crees que hay mejor que éste? Porque más valía estar de acuerdo con la historia mítica de los dioses que esclavizarse al destino de los que todo lo centran en la naturaleza; el que cree en mitos sugiere la esperanza de que los dioses se aplacan si se les rinden honores; el destino, en cambio, responde a la necesidad, que no hay forma de aplacar. Diversamente a lo que cree la mayoría, nuestro hombre estima que el azar no es un dios -pues nada desordenada hace la divinidad-y que las causas de las cosas no radican en algo incierto -pues no cree que del destino se deriven para los hombres bien y mal, determinantes de una vida feliz, aunque sí que los principios de los bienes y de los males importantes provienen de él. Nuestro hombre juzga, en fin, que mejor es tener un recto juicio y mala fortuna que ser afortunada y carecer de tino -pues lo que en definitiva vale, en nuestras acciones, es que el destino premia el buen juicio. Estos razonamientos y los que de ellos se derivan, medítalos día y noche, contigo mismo y con un amigo con quien congenies, y nunca, ni despierto ni en sueños, conocerás turbación, antes vivirás como un dios entre hombres; porque en nada se asemeja a un mortal un hombre que viva su vida entre bienes inmortales.

 

Traducción de C. Miralles