En los últimos años varios políticos fueron diagnosticados con cáncer lo que ha generado suspicacias frente a la posibilidad de que hubiera sido inducido.
El pasado 4 de enero Cristina Fernández- Presidenta de Argentina- fue sometida a una operación para extirparle un cáncer en la tiroides. La esposa de Kirchner se sumó a la lista de mandatarios latinos que se han visto afectados por esta enfermedad en los últimos tres años.
Dilma Rousseff- Presidenta de Brasil- fue diagnosticada con un cáncer linfático en el 2009 del cual pudo recuperarse satisfactoriamente. Fernando Lugo- Presidente de Paraguay- padeció un linfoma maligno cancerígeno el año 2010 el que fue operado exitosamente.
Luis Ignacio “Lula” Da Silva- antecesor de Rousseff- lucha contra un cáncer laríngeo que le fue detectado el año pasado. Hugo Chávez- Presidente de Venezuela- sufre de un cáncer en la pelvis, el cual a juicio de su médico- Salvador Navarrete- le costaría la vida en dos años.
La gran cantidad de presidentes enfermos con cáncer llamó la atención social, especialmente luego de que Chávez diera a entender en unas declaraciones que el mal que aquejaba a los mandatarios podría estar siendo inducido por Estados Unidos: “No acusé a nadie, sólo hice una reflexión, sólo dije que es extraño que en dos años le haya dado cáncer a varios mandatarios y dirigentes políticos izquierdistas latinoamericanos”, dijo.
Los dichos de Chávez sacan a la palestra la temible estrategia de la manipulación de enfermedades y la consecuente guerra bacteriológica como arma de ataque mantenida en secreto por algunos gobiernos.
Antecedentes sobre la manipulación de enfermedades
Algunos transcendidos aseguran que las grandes potencias manejan armas químicas y biológicas en su arsenal de guerra.
Las armas biológicas- mediante las cuales los presidentes habrían sido inducidos a fabricar un cáncer- “son organismos vivos adaptados militarmente para causar enfermedades en humanos, animales o plantas. Los agentes usados pueden diseminarse a través del aire o del agua”, explican en el artículo ¿Qué es la guerra biológica?, publicado por la BBC el 2001.
Como una medida para controlar la producción de estas armas se creó en 1975 la Convención Sobre Armas Biológicas- BWC- la que prohíbe el desarrollo, producción y almacenamiento de armas biológicas y toxinas. Actualmente 163 países se han adherido a la BWC, pero al no existir ningún proceso de verificación formal para observar su cumplimiento la efectividad es limitada.
Antecedentes históricos sobre el uso de armas biológicas
El uso de armas biológicas no es nuevo. Se supone que las grandes potencias y países del medio oriente manejan esta tecnología, la cual habría sido utilizada en momentos cruciales de la historia.
Se cree que el ejército estadounidense usó armas biológicas contra los ejércitos coreano y chino durante la guerra de Corea en 1950.
Durante los años 90’ en Irak se descubrieron cinco laboratorios para la creación de armas químicas y reservas de ántrax, botulismo y bacteria de gangrena. Así también se cree que el ejército de este país utilizó agentes químicos durante su campaña contra los kurdos iraquíes en 1987.
A pesar de que la historia deja entrever el uso de armas biológicas hasta ahora no existe ninguna evidencia sobre la posibilidad de que el cáncer que aquejó a los líderes latinos fuese inducido. A pesar de ello- y dando cabida a la duda- cabría preguntarse cómo hizo el o los culpables de la supuesta inducción del cáncer para afectar solamente a sus blancos sin dejar rastro.
Yannina Farias Llop
Cancer inducido
Enviado por chebis (no verificado) el Lun, 2012-01-02 08:39.
No hace mucho tiempo el gobierno de Gran Bretaña se quejaba de la muerte de un espía o contraespía ruso que fuera asesinado con radiación de polonio. Pregunto ,si los rusos tienen, según Gran Bretaña , la tecnica para matar por radiación que induce cancer generalizado, porque no la han de tener otros paises como EEUU o cualquiera de la OTAN. Por de pronto rapidamente supieron que el cancer generalizado de tal espía fue inducido, por algo será que conocen tanto al respecto.
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