lunes, 7 de mayo de 2012

Zaratustra sitio de frankdavidbedoyam


A propósito de una estatua de Superman en Medellín, una breve reflexión sobre nuestra ciudad.




Hace unos días venía en mi bicicleta antigua por la avenida las Vegas en dirección norte sur pensando en los trancones de carros y en los estragos de las lluvias, cuando me dio por mirar al lado derecho y veo perplejo que estaba Superman allí sentado pensando.

“¿Qué carajos hace una estatua de Superman al lado del edificio de Bancolombia?”, pensé. No lo dudé y me adentré en el pequeño parque con mi bicicleta, con el temor de que me lo impidieran, dado que estos son aquellos parques que construyen al lado de algún centro financiero con bancas cómodas y bellos jardines, pero que están diseñados para que nadie se pueda sentar allí. Efectivamente comprobé que en ese pequeño parque no había nadie, tan sólo estaba Superman.“¿Qué carajos hace una estatua de Superman en Medellín?” seguí pensando.

No me quedé con la duda y busqué en internet y encontré la siguiente respuesta del artista Nadín Ospina, el que puso a Superman allí. Miren la respuesta: “Superman en Medellín, como una figura icónica que representa la modernidad, el poder y el primer mundo, genera un espacio irónico que tiene un sentido del humor, una serie de preguntas con relación a los entrecruzamientos culturales que vivimos los colombianos y particularmente Medellín, que es una sociedad mestiza, mezclada, donde confluyen las grandes modernidades y los grandes avances de la civilización y, al mismo tiempo, una sociedad premoderna que todavía es de arriero, donde el campo es muy importante. Ese Superman se convierte en un llamado de atención a ese sentido, a ese mestizaje que vivimos en Colombia”.

¿“Medellín una sociedad mestiza donde confluyen las grandes modernidades y los grandes avances de la civilización y, al mismo tiempo, una sociedad premoderna que todavía es de arriero, donde el campo es muy importante? ¿Qué carajos es esto? Tengo que confesar que la estatua me gustó, que me tocó una fibra íntima porque Superman fue mi héroe preferido en la infancia, solo que ya después grandecito descubrí los valores que encarnaba este personaje de la puritana, dogmática y prepotente vida imperial norteamericana ydejé de querer a Superman.

Yo no sé nada de arte postmoderno, mi hermano que es artista dice que soy un ignorante en el tema, pero no quería dejar pasar la oportunidad para decirle a Nadín Ospina y a los funcionarios de Bancolombia que decidieron poner esta estatua allí, que Medellín no es la ciudad donde confluyen los más grandes “avances de la civilización” y la“importante vida del campo con arrieros”. Que recuerden que en Medellín ya no hay ni vida campesina, ni civilización, ni nada parecido a esto. Acá lo que hay es dos tipos de mafias, una en el centro hoy ubicada en el súper edificio de Bancolombia, la mafia del mundo financiero, y otra mafia, la mafia del centro y la periferia y de todas partes, la mafia de la prohibición puritana de las drogas.

¿Que soy un historiador resentido y pesimista? No. Solo quiero que pensemos en algunos datos que tomo del reciente informe de la Personería sobre la situación de derechos humanos en Medellín en el 2011 y de algunos de los análisis del senador Robledo sobre el agro en Colombia.

“[…] Un resultado profundamente negativo del periodo, comprendido entre los años 2008 y 2011, está representado en un significativo número de víctimas en la ciudad: * Cerca de 17.912 personas en desplazamiento forzado intraurbano. * 6.663 homicidios * 355 docentes amenazados * 119 presuntas desapariciones forzadas entre los años 2009 a 2011 […] La informalidad creció en los años 2007 y 2008, cuando representó el 31% y 37% de la ocupación con un aumento de 107.000 y 81.000 personas respectivamente, en esta modalidad de empleo […] Desde enero de 2008 y hasta octubre de 2011 se registraron 6.663 muertes violentas. Este año, el promedio de homicidios es de 141 por mes, 32 por semana y 5 por día. Las principales víctimas continúan siendo los y las jóvenes en edades entre los 18 y 35 años, en su mayoría habitantes de barrios de estratos dos y tres”. 

“[…] La pobreza rural y la indigencia llegan al 67 y al 30 por ciento, respectivamente, la concentración de la tierra es de las peores del mundo. […] Los desplazados suman dos millones de compatriotas y las importaciones de productos agrícolas pasaron de seis a diez millones de toneladas. Y eso que no han entrado a operar los TLC, los cuales le darían el puntillazo al sector”.

O sea que ni civilización, ni vida campesina. Tan solo vida mafiosa, mafia financiera, mafia de las drogas, que dicho de una vez, conviven muy bien las dos, hasta al punto que uno podría decir que no son muy distantes. En Colombia y en Medellín a los únicos que les va bien es a los dueños de Bancolombia y a los narcotraficantes, los demás, el pueblo, pagamos las cuentas de banco, morimos en alguna balacera, morimos de hambre o en algún derrumbe o inundación, o no morimos sino que seguimos pagando deudas toda la vida al sistema financiero.

La oligarquía colombiana y medellinense es muy mojigata y no se atreven a poner las estatuas que en verdad quisieran poner, las de Nicanor Restrepo o la de Pablo Escobar, por ahora solo se atreven a poner una de Superman.

Yo prefería una estatua de un Simón Bolívar decepcionado por lo que han hecho con Colombia estos carajos, pero en este punto dejo de escribir, acá es donde empiezan a decir que estoy loco.
ApropósitodeunaestatuadeSupermanenMedellín,unasreflexionessobrenuestraciudad-FrankD.BedoyaMuñoz.docx (91k)Frank David Bedoya

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