sábado, 19 de mayo de 2012

El dolor, su historia cultural


Entre la historia cultural y la filosofía, Moscoso escribe un original relato, cuyo protagonista es un viejo conocido de la humanidad: el dolor.

Y tenía corazón, de Enrique Simonet y Lombardo

Créditos / Autoría: Museo de Bellas Artes Málaga
Artículo: "Historia cultural del dolor", de Javier Moscoso

Lo primero que llama la atención al lector de este volumen, cuando lo hojea, son las terribles imágenes que acompañan y complementan el texto; un recorrido por lo más escabroso de la condición humana: la desgracia del dolor, esa maldición bíblica que siempre pende sobre nosotros como una espada de Damocles, cuyo peso puede ceder en el momento más inesperado.


El dolor como maldición bíblica


Y es que tradicionalmente ha sido la religión en nuestra cultura católica la que se ha apropiado de la exégesis del dolor, partiendo de que el ejemplo más egregio es el que sufrió Jesucristo en la cruz, un dolor que trasciende toda medida humana, pues fue soportado para redimir a toda la humanidad de sus terribles pecados. Para seguir este ejemplo, muchos monjes, monjas y místicos trataron de reproducir en sus propios cuerpos estos sufrimientos: el desprecio del cuerpo les acercaba a la divinidad y los que soportaban los mayores tormentos autoinflingidos en la soledad de sus celdas eran declarados santos después de su muerte, cuando podía examinarse su cuerpo y observar la profundidad de sus torturas, tal y como se expone en la página 72 de Historia Cultural del dolor (Editorial Taurus):
"Dorotea de Montau, por ejemplo, agravaba sus heridas restregándose ortigas y hierbas amargas. El beato Suso se fabricó ropa de cama con púas hacia dentro. Para Catalina de Siena, que acabó sus días alimentándose tan sólo de hostia consagrada, las religiosas debían buscar activamente el sufrimiento a través del castigo de la carne. Para el historiador italiano Camporesi, el ascetismo convirtió los monasterios en cámaras de tortura y los seminarios en lugar de entrenamiento para el sufrimiento y la desdicha: "Era de verdad un objeto de mucho asombro ver a aquellos jóvenes abatidos, unos coronados con espinas, otros con cenizas sobre sus cabezas, otros con los brazos atados a un trozo de madera.""


La dolorosa historia de George Dedlow

Es evidente que uno de los acontecimientos que históricamente es una fábrica inhumana de dolor es el conflicto bélico. En Historia cultural del dolor, se alude a la historia de un soldado que combatió en la Guerra Civil Estadounidense, George Dedlow, que fue perdiendo progresivamente sus cuatro extremidades por la heridas recibidas en combate, en una historia que pudo servir de inspiración a Dalton Trumbo para escribir Johnny cogió su fusil. Dedlow no sólo tuvo que vivir con la realidad de que nunca más podría valerse por sí mismo ni para realizar las actividades más nimias, sino que padeció de la manera más cruel el llamado dolor fantasma, es decir, el que se sufre en los miembros amputados. Durante un periodo de tiempo, tuvo una sensación de dolor tan insoportable en su inexistente meñique de la mano izquierda que intentaba usar la otra para calmarlo. Un auténtico infierno del que sólo podía salirse con la muerte. Así lo dejó dicho:

"Es innecesario añadir que no soy ni la parte feliz de un hombre y que sueño con el día en que me uniré de nuevo a los miembros de mi familia corpórea en otro mundo mucho más feliz que éste."

El progresivo destierro del dolor en la actualidad


Si reflexionamos sobre los sufrimientos de los enfermos y accidentados del pasado, el hombre contemporáneo puede considerarse afortunado: los enormes avances médicos han ayudado a definir y curar muchas enfermedades y lesiones que antaño significaban las muerte después de abominables sufrimientos. Paradójicamente, como bien apunta Moscoso, ahora el problema es diferente: el aumento de la esperanza de vida significa también el aumento de personas ancianas y dependientes. La nueva tendencia de recortes en el gasto sanitario puede significar un retroceso en el bienestar alcanzado, un retroceso en la lucha universal contra el dolor, al que poco a poco se le estaban ganando posiciones. ¿Llegará un día en el que el dolor sea desterrado de la existencia humana? De ser así, las consecuencias serían revolucionarias: el ser humano diría adiós a su más viejo compañero.

http://suite101.net/article/historia-cultural-del-dolor-de-javier-moscoso-a79381

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