sábado, 9 de junio de 2012

Lago Chinchaycocha no lo quieren muerto


“¿Qué número de reunión ya es esta?” Le preguntó el consejero Ginés Barrios al alcalde de Junín, Luis Solórzano, al final del Quinto Encuentro del Grupo Parlamentario de Junín, que tuvo lugar en Óndores, a pocos metros del lago Chinchaycocha, donde se comprometieron apoyar su descontaminación. Pero no hubo respuesta.
Durante 83 años, desde 1929, relaves mineros ingresan al lago arrastrados por las aguas del río San Juan –que recibe descargas líquidas de las empresas mineras asentadas en Pasco–, y se acumulan progresivamente en el lago, infectándolo con metales totales y disueltos, poniendo en riesgo la existencia de animales y plantas que allí viven o se alimentan.
Hace tiempo que la emblemática rana de Junín no existe y el zambullidor, un ave que no vuela sino que entra y sale del agua (se zambulle) está en peligro de extinción.
La denuncia penal por delitos ambientales en contra de las empresas contaminadoras, presentada por la Municipalidad de Junín, señala que los sedimentos del lago contienen concentraciones de arsénico, cadmio, cobre, plomo, mercurio y zinc, que sobrepasan hasta en 200% los límites máximos.
Cuando el nivel del agua baja en este lago, el segundo más importante del Perú después del Titicaca, dice don Justo Marcelo los vientos se encargan de propalar los metales tóxicos hacia las comunidades cercanas.
“No queremos un lago muerto. Si no hacemos nada, cómo será de aquí a veinte años. Señores congresistas hagan algo”, les dice un niño de diez años a los parlamentarios Jhonny Cárdenas, Jesús Hurtado, CasioHuaire y Federico Pariona, que, sentados con sus ponchos de alpaca, escuchan a los comuneros y alcaldes que viven alrededor del lago. Nadie lleva la cuenta de cuántas reuniones van, pero todos los hombres que hablan están descontentos con lo hecho hasta ahora. Las mujeres, en su mayoría de edad avanzada, escuchan. Algunas duermen por ratos.

El conflicto
En 1929, la Cerro de Pasco Cooper Coorporation construye la represa Upamayo, a la salida del lago Chinchaycocha y origen del río Mantaro para usarlas en la generación de energía eléctrica. Esto causa la inundación de 26 mil 993 hectáreas de pastos naturales, de ocho comunidades asentadas en el entorno. Por el embalse de las aguas del lago, los pobladores de San Pedro de Pari, uno de los afectados, tuvieron que trasladarse, abandonando sus primeras viviendas.
El cierre de las compuertas de la represa de Upamayo, en el nacimiento del río Mantaro, produce también que las aguas del río San Juan, con residuos mineros,avance hacia zonas más profundas del lago en vez de correr hacia el Mantaro.
Hoy, la represa Upamayo le pertenece a la empresa SN Power, tras la privatización de Electroandes en julio de 2001. Las aguas que de aquí salen son usadas por Electro Perú para la generación de energía en la central hidroenergética Santiago Antúnez de Mayolo.
De acuerdo con el alcalde Solórzano, el 85% de las aguas proviene del Lago Chinchaycocha y el restante de otros afluentes del Mantaro.

Los reclamos
“Ojalá que no nos estén palabreando”, les dice a los congresistas don Leonardo Guadalupe, con la incredulidad acumulada en sus 70 años de vida. Es el delegado de defensa del lago. Como él, el reclamo de los comuneros es que SN Power indemnice a las comunidades afectadas con el embalse de sus tierras de pastoreo y las pérdidas económicas que significa, pues, dice don Leonardo, en 6 mil 300 hectáreas contaminadas en Óndores podrían criar 12 mil 600 ovinos.
También, demandan una fiscalización del Estado más estricta a las empresas mineras que actualmente operan para evitar la contaminación y que los Ministerios del Ambiente y Energía y Minas aprueben los Planes de Manejo Ambiental para la remediación de los pasivos ambientales, dejados por antiguas empresas mineras, como la Cerro de Pasco Cooper Coorporation y Centromin.
Otro asunto pendiente es la realización de un estudio hidrológico que determine de manera definitiva las cotas de embalse y desembalse de lago, producto del manejo de la presa Upamayo. Según la Autoridad Nacional del Agua (ANA), el expediente para este estudio está listo. Falta el dinero para financiarlo.

El compromiso
Afuera, en el lago, una parihuana de color blanco rosado, con sus gran tamaño, patas largas y pico curvo;  levanta vuelo con sus alas de color rojo sangre, con punta negra, espantada por mi proximidad a ella. También está en peligro de extinción. Otras aves negras producen un graznado el iniciar su vuelo inesperado y en bandada.
Llueve menudo. Adentro, el legislador Casio Huaire, coordinador del Grupo Parlamentario de Junín, anuncia sus compromisos:
Los padres de la patria pedirán a la Presidencia del Consejo de Ministros la aprobación de los Planes de Manejo Ambiental para los pasivos ambientales, promoverán un proyecto de ley para la modificación de la distribución del canon hidroenergético que beneficie a la provincia de Junín; exigirán que la ANA realice el estudio hidrológico y priorizan las acciones de fiscalización del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) a las mineras de la zona de influencia del lago.
“Ojalá que no nos estén palabreando”, repite don Leonardo.






Lago y ovejas pastando

Zambullidor (Yacuchullush) Podiceps taczanowskii, especie endémica y en extinción. Cuidemoslo para su conservación.











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