La primera reina del Perú
Una chalaca de 17 años alborotó el país en 1930, cuando su gracia y
estampa la convirtieron en la primera Miss Perú. Emma Mc Bride (97) cumple ocho
décadas de su elección radiante como en aquellos tiempos.
Por esos años, los concursos de belleza exaltaban las cualidades morales y dejaban en segundo plano los atributos físicos. Lo ideal era que la candidata reuniera ambas cosas, como Emma, candidata por el Callao, quien simplemente impactó al jurado y al público con su desfile en traje de baño.
De las diez candidatas que había, de pronto quedó sola. Memy lo tomó como un desaire, “cómo era posible que me dejaran”, diría en ese momento. Cansada por la espera, y sin nada de maquillaje, solo con un poco de polvo compacto, posó para el lente y salió espectacular. Era la primera foto como Señorita Perú, pero ella aún no lo sabía. No había el anuncio grandilocuente de estos tiempos
La representación en Miami fue excepcional. En el certamen lució el traje de
una ñusta. Los colores intensos de la vestimenta junto con la gracia y el
espíritu vivo de Memy pusieron la nota de color. Cuatro meses después, el 16 de
junio, nuestra Señorita Perú regresó para continuar viviendo su historia, esa
que empezó en una mansión de la calle Cochrane.
De chica yo he sido un poco marimacha, mi afición a las bolas, a la pega o al trompo siempre primó sobre las muñecas, confesaría ya de joven. Cuando Emma cumplió 8 años, su padre, el capitán de fragata Daniel Mc Bride, falleció. Su madre Carolina Miller quedó al cuidado de ella y de sus cinco hermanos. La familia se mudó a Chucuito y desde entonces el mar la sedujo, como alguna vez confesó: “Mi afición por conocer cosas nuevas, de sentir emociones inéditas, me impulsaba a estar siempre cerca del mar”.
Por esos años ya se avizoraba su futuro: fue Reina Infantil de Chucuito y, en 1929, el presidente Leguía la coronó Reina del Callao. Con el título de Señorita Perú no perdió sus inquietudes de niña. Prefería “gorrear” un carro a viajar en un lujoso auto. “Una vez lo hice en carnavales y mi traje, que era de color negro, terminó plomo por la revolcada que me di”, confesó alguna vez.
Memy se acerca a los 100 años y es la única sobreviviente de sus familiares
coetáneos. Pero sola no está: sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos la
acompañan siempre. Sigue viviendo en su casa de Chancay, junto al mar que tanto
adora, y desde donde todos los fines de semana se dirige a la Plaza de Armas a
comprar su helado favorito, con las mismas ganas de vivir que cuando era
joven.
(MARIA FERNANDEZ ARRIBASPLATA)
(FOTOS: ARCHIVO FAMILIAR)
http://blogs.elcomercio.pe/huellasdigitales/2010/02/la-primera-reina-del-peru.html
A dos meses de cumplir 98 años, doña Emma Mc Bride, o Memy como cariñosamente la llaman, sigue
siendo hermosa. Una y otra vez veo su fotografía, con el cabello color
chocolate, los labios rojos, sombras en los ojos, aretes de perlas, uñas
pintadas, perfectamente arreglada, y pienso que el tiempo ha sido justo con
ella. Me quedo encantada, como seguramente sucedió con el jurado calificador del
concurso Señorita Perú aquel 10 de febrero de 1930, en el Country Club, hotel
inaugurado tres años antes. Era mediodía y el certamen, promovido por el diario
“La Crónica” y la revista “Variedades”, entraba a la recta final. El jurado
tenía la difícil tarea de elegir a la representante de nuestro país para el
Concurso Latinoamericano de Belleza que iba a realizarse en Miami.
Por esos años, los concursos de belleza exaltaban las cualidades morales y dejaban en segundo plano los atributos físicos. Lo ideal era que la candidata reuniera ambas cosas, como Emma, candidata por el Callao, quien simplemente impactó al jurado y al público con su desfile en traje de baño.
De las diez candidatas que había, de pronto quedó sola. Memy lo tomó como un desaire, “cómo era posible que me dejaran”, diría en ese momento. Cansada por la espera, y sin nada de maquillaje, solo con un poco de polvo compacto, posó para el lente y salió espectacular. Era la primera foto como Señorita Perú, pero ella aún no lo sabía. No había el anuncio grandilocuente de estos tiempos
Recién al día siguiente la noticia circuló en las páginas de los diferentes
diarios. “Nunca pensé que pudiera triunfar () Cualquiera de ellas tenía más
mérito que yo, hasta ahora me parece que vivo un sueño y estoy feliz, porque
siento la felicidad a mi alrededor”, declaró aún aturdida. Lo que vendría
después sería una verdadera fiesta, el recibimiento en Palacio de Gobierno, el
saludo del presidente Augusto B. Leguía y las celebraciones en los hoteles y
teatros de la ciudad. Incluso se jugó en su honor un partido de fútbol en el
estadio Modelo de Bellavista y le realizaron un documental.
De chica yo he sido un poco marimacha, mi afición a las bolas, a la pega o al trompo siempre primó sobre las muñecas, confesaría ya de joven. Cuando Emma cumplió 8 años, su padre, el capitán de fragata Daniel Mc Bride, falleció. Su madre Carolina Miller quedó al cuidado de ella y de sus cinco hermanos. La familia se mudó a Chucuito y desde entonces el mar la sedujo, como alguna vez confesó: “Mi afición por conocer cosas nuevas, de sentir emociones inéditas, me impulsaba a estar siempre cerca del mar”.
Por esos años ya se avizoraba su futuro: fue Reina Infantil de Chucuito y, en 1929, el presidente Leguía la coronó Reina del Callao. Con el título de Señorita Perú no perdió sus inquietudes de niña. Prefería “gorrear” un carro a viajar en un lujoso auto. “Una vez lo hice en carnavales y mi traje, que era de color negro, terminó plomo por la revolcada que me di”, confesó alguna vez.
(MARIA FERNANDEZ ARRIBASPLATA)
(FOTOS: ARCHIVO FAMILIAR)
http://blogs.elcomercio.pe/huellasdigitales/2010/02/la-primera-reina-del-peru.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario