lunes, 6 de febrero de 2012

González Prada y la ética hacia los animales


Manuel González Prada emplea a los animales para ilustrar la falta de educación y la suciedad, que él parece dar por descontado que caracteriza a las “bestias”. En cambio, los humanos pensadores son personalidades superiores, son “como el bisturí a la carne fungosa, como el desinfectante al microbio”
Una vez más, la imagen animal (microbio) designa lo que es impuro.

Las relaciones entre educación e ignorancia reciben una fuerte connotación moral en González Prada, cercana a la oposición entre lo puro y lo impuro. Aquí es donde su uso de imágenes animales se vuelve prácticamente indiscriminado; por opuesto, las ratas son el opuesto a la “voz de los paladines” y la vulgaridad de los magistrados se expresa diciendo que “guardan en la cabeza un nido de ratones”

También piensa que los animales ocupan el lugar más bajo en la escala de la lascivia en la naturaleza, por debajo de los imbéciles y los locos:

“El Perú, como infeliz mujer encadenada al poste de un camino real, puede sufrir los ultrajes de un bandolero, de un imbécil, de un loco y hasta de un orangután.”

La sexualidad es el tema donde la ignorancia de González Prada sobre los animales alcanza su cota más alta. Por ejemplo, en “Las esclavas de la Iglesia” trata de explicar cuál es el verdadero sentido del matrimonio:
“Lo más dulce de la unión amorosa (...) está en la vibración al unísono de dos corazones, en el vuelo armonioso de dos inteligencias hacia la verdad y el bien. Los animales se unen momentáneamente, los dos sexos humanos deben aliarse para engrandecerse y perfeccionarse.”

Como podemos ver, don Manuel desconoce a las muchas especies que se emparejan de por vida en relaciones de carácter familiar. Niega a todos los animales la vibración de los corazones, el vuelo de la inteligencia, la verdad , el bien, el perfeccionamiento y la grandeza. Les toca la parte “monstruosa” y regresiva del carácter humano:

“Tienen el mismo padre justos y monstruos. ¡Misterio de misterios. La ley de la herencia! Unos vienen del mono y otros regresan.”

Los animales también son la negación de las aptitudes artísticas y poéticas:

“No corones de laureles A muchos vates de Lima: Arrojándoles alfalfa, Les das laurel y comida.”
“En sus versos amalgama la ceniza con la llama, Lo bestial con lo divino, La salud con la gangrena, El cantar de la sirena Con el gruñir del gorrino.”

Los malos periodistas son “plumíferos de bajo vuelo”
Las almas cristianas en los cielos rebuznan furibundamente como “algún jumento”
y algunas personas son tan vulgares o impuras que, si cogen una infección, “hasta los microbios revientan”

Estos son los pensamientos críticos de González Prada, especialmente en afirmaciones como:

“las corridas de toros nos enseñan que si una reducidísima fracción de la Humanidad sigue avanzando por el camino de la civilización, la mayoría está muy lejos de haber eliminado la parte del mono”, en la que olvida que los monos no torean y sí, por ejemplo, crían a los huérfanos.

Finalmente, merece atención el rol que González Prada asigna a los cerdos. Ningún animal es tan vituperado en su obra como el chancho, ninguno es usado tantas veces para expresar ideas sobre condiciones de bajeza en el ser humano. Cuando trata de expresar el estado moral en que se halla el Perú de su época, no encuentra mejor figura que la de un chiquero, en el cual, para ser feliz, la gente tiene que optar por convertirse en cerdos y acostumbrarse a la suciedad.

“¡Ser yo peruano, digo perulero!
No perdono al destino
El lanzarme a nacer en el chiquero
Sin hacerme cochino.”

“¿A qué guardar lo divino
Entre lo humano y rastrero?
Cuando se habita el chiquero
Hay que volverse cochino.”

“Humanidad, Humanidad menguada:
¿Tendrás acaso por dilema eterno
Revolcarte en la sangre como el tigre
O vivir en el fango como el cerdo?”

Como vemos en estas citas, el modo de vida de los cerdos es lo más opuesto que puede haber al ideal de la civilización. En cambio la “humanidad” siempre se escribe con mayúscula y aparece “menguada” cuando se asemeja al tigre o al chancho. Estas comparaciones llegan a momentos de franca vulgaridad:

“Si un grupo de cochinos pasa
Se tapan las narices los vecinos;
Pero si pasa Nicolasa
Se tapan las narices los cochinos.”
http://es.scribd.com/doc/51628071/Gonzalez-Prada-Etica-Animales

La fundación internacional Anima Naturalis acaba publicar como libro electrónico el ensayo titulado "González Prada y la Ética hacia los Animales", escrito por José Agustín Ortiz, Director de la Carrera de Administración y Recursos Humanos.


http://www.upc.edu.pe/upcaldia/default.asp?BOL=3&EJE=249







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