UNODC reporta incremento de cultivo de coca en Perú
Hoja de coca
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03 de octubre, 2012 - El cultivo de la hoja de coca, que provee la materia prima para la producción de cocaína, se incrementó en 2011 un 5.2% en Perú, según un estudio de la oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) realizado en conjunto con el gobierno de ese país.
El representante de la UNODC para Perú y Ecuador, Flavio Mirella, indicó en una entrevista que el incremento podría haber sido mucho mayor de no ser por intensas campañas de erradicación emprendidas por el gobierno.
Es así que en las regiones del norte del país, Marañón, Putumayo y el Bajo Amazonas, donde no se impulsó ninguna campaña, el cultivo aumentó un 40%.
“Estamos viendo que zonas más alejadas están produciendo más, y eso indicaría que donde la presencia del Estado no es tan marcada, ahí el narcotráfico se implanta y tiene una base productiva de la cual puede depender”, dijo.
La tendencia al aumento ha sido levemente progresiva en Perú durante los últimos 5 años, agregó Mirella, aunque indicó que el problema va más allá de la extensión de la superficie de esas plantaciones.
“La tecnología ha mejorado, entonces se requiere de menos zonas ahora para producir más hoja de coca, incluso se requiere de menos hojas de coca para producir más cocaína”, explicó.
El experto también indicó que el narcotráfico busca mayor presencia en otras partes del Perú donde se le facilita el control de las rutas hacia mercados en los que la demanda aumenta, como el caso de Sudamérica, que consume el 27% del total de cocaína mundial.
“Esto indica que la problemática no se concentra solamente en los países productores sino que es un fenómeno que abarca a toda la región”, apuntó
Por esa razón, Mirella destacó que las políticas deben ir más allá de la generación de cultivos alternativos para los campesinos que plantan coca, y mencionó la importancia de la cooperación entre los países afectados, tanto los que son fuente de producción, como los de tránsito o consumo de la droga.
“Ahora estamos viendo que el mercado también se está ampliando a lo que es Sudamérica, y vemos incluso tasas de prevalencia de consumo de cocaína en el Cono Sur que están a la par que los países más desarrollados e incluso más altas que el promedio global. Hay un fenómeno que el país vecinos de Brasil consumo del crack”, acotó.
El representante de UNODC en Perú advirtió del poder de las redes del narcotráfico que recauda sumas astronómicas que les permiten comprar armamentos y conciencias.
Injieren en los procesos políticos a través de la corrupción lo que va en detrimento de los esfuerzos hacia el desarrollo, enfatizó el experto.
“A medida que el narcotráfico busca nuevos mercados para abastecerse de la materia prima se van creando mercados adicionales y esto genera más tensión para el Estado, si su presencia no es muy marcada”, aseveró.
En ese sentido, Flavio Mirella instó a fortalecer la cooperación entre los países y los programas sociales nacionales de manera que se desarticulen los esfuerzos del crimen organizado por insertarse en mercados ilícitos, como el tráfico de madera o de personas.
Es así que en las regiones del norte del país, Marañón, Putumayo y el Bajo Amazonas, donde no se impulsó ninguna campaña, el cultivo aumentó un 40%.
“Estamos viendo que zonas más alejadas están produciendo más, y eso indicaría que donde la presencia del Estado no es tan marcada, ahí el narcotráfico se implanta y tiene una base productiva de la cual puede depender”, dijo.
La tendencia al aumento ha sido levemente progresiva en Perú durante los últimos 5 años, agregó Mirella, aunque indicó que el problema va más allá de la extensión de la superficie de esas plantaciones.
“La tecnología ha mejorado, entonces se requiere de menos zonas ahora para producir más hoja de coca, incluso se requiere de menos hojas de coca para producir más cocaína”, explicó.
El experto también indicó que el narcotráfico busca mayor presencia en otras partes del Perú donde se le facilita el control de las rutas hacia mercados en los que la demanda aumenta, como el caso de Sudamérica, que consume el 27% del total de cocaína mundial.
“Esto indica que la problemática no se concentra solamente en los países productores sino que es un fenómeno que abarca a toda la región”, apuntó
Por esa razón, Mirella destacó que las políticas deben ir más allá de la generación de cultivos alternativos para los campesinos que plantan coca, y mencionó la importancia de la cooperación entre los países afectados, tanto los que son fuente de producción, como los de tránsito o consumo de la droga.
“Ahora estamos viendo que el mercado también se está ampliando a lo que es Sudamérica, y vemos incluso tasas de prevalencia de consumo de cocaína en el Cono Sur que están a la par que los países más desarrollados e incluso más altas que el promedio global. Hay un fenómeno que el país vecinos de Brasil consumo del crack”, acotó.
El representante de UNODC en Perú advirtió del poder de las redes del narcotráfico que recauda sumas astronómicas que les permiten comprar armamentos y conciencias.
Injieren en los procesos políticos a través de la corrupción lo que va en detrimento de los esfuerzos hacia el desarrollo, enfatizó el experto.
“A medida que el narcotráfico busca nuevos mercados para abastecerse de la materia prima se van creando mercados adicionales y esto genera más tensión para el Estado, si su presencia no es muy marcada”, aseveró.
En ese sentido, Flavio Mirella instó a fortalecer la cooperación entre los países y los programas sociales nacionales de manera que se desarticulen los esfuerzos del crimen organizado por insertarse en mercados ilícitos, como el tráfico de madera o de personas.
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