martes, 29 de septiembre de 2020

Visiones de Futuro

 

OBRAS ESCOGIDAS DE MAO
(Mao Tse-tung)



TODOS LOS REACCIONARIOS SON TIGRES DE PAPEL

18 de noviembre de 1957

[Parte de una intervención del camarada Mao Tse-tung en la Conferencia de Representantes de Partidos Comunistas y Obreros celebrada en Moscú.]


En 1946, cuando Chiang Kai-shek inició su ofensiva contra nosotros, un buen número de camaradas nuestros y todo el pueblo se preocuparon mucho pensando si podríamos ganar la guerra. Yo, personalmente, también me preocupé. Pero teníamos una firme convicción. En ese tiempo, llegó a Yenán una periodista norteamericana llamada Anna Louise Strong. En una conversación con ella, abordé muchos temas, hablando de Chiang Kai-shek, Hitler, el Japón, los Estados Unidos, la bomba atómica, etc. Dije: Todos los reaccionarios, tenidos por fuertes, no son más que tigres de papel. La razón es que viven divorciados del pueblo. ¡Fíjense! ¿No era Hitler un tigre de papel?, ¿no fue acaso derribado? También dije que el zar de Rusia, el emperador de China y el imperialismo japonés habían sido todos tigres de papel. Corno ustedes saben, ellos, en su totalidad, fueron derribados. El imperialismo norteamericano no ha sido derribado aún y, además, posee la bomba atómica. Pero estoy seguro de que también será derribado, pues es igualmente un tigre de papel. Chiang Kai-shek era muy poderoso, tenía un ejército regular de más de cuatro millones de efectivos. En ese momento nosotros nos hallábamos en Yenán. ¿Cuántos habitantes tenía Yenán? Siete mil. ¿Y con cuántos afectivos contábamos? Con novecientos mil guerrilleros, que se encontraban divididos por obra de Chiang Kai-shek en decenas de bases de apoyo. A pesar de ello, afirmamos que Chiang Kai-shek no era más que un tigre de papel y que con toda seguridad lo venceríamos. En el curso de un largo período, hemos llegado a formarnos este concepto para la lucha contra el enemigo: Estratégicamente, debemos desdeñar a todos nuestros enemigos, mientras que, tácticamente, debemos tomarlos muy en serio. Es decir, al considerar el todo, despreciar al enemigo, pero tenerlo muy en cuenta en cada una de las cuestiones concretas. Si no lo despreciamos al considerar el todo, caeremos en errores de oportunismo. Marx y Engels, no obstante ser dos personas solamente, ya en su tiempo declararon que el capitalismo sería derribado en el mundo entero. Al enfrentar, sin embargo, las cuestiones concretas y a cada enemigo en particular, si no los tomamos muy en serio, cometeremos errores de aventurerismo. En la guerra, las batallas sólo pueden ser dadas una por una y las fuerzas enemigas, aniquiladas parte por parte. Las fábricas sólo pueden construirse una por una y los campesinos, arar la tierra parcela por parcela. Pasa lo mismo incluso con el acto de comer. Desde el punto de vista estratégico, consideramos poca cosa el consumir una comida: Estamos seguros de poder terminarla. Pero, en el proceso concreto de comer, lo hacemos bocado a bocado. No podemos engullir de un solo bocado lo ofrecido en un banquete. Esto se llama solución por partes y, en literatura militar, destruir las Fuerzas enemigas por separado.


LOS VOLUNTARIOS DEL PUEBLO CHINO DEBEN MIRAR CON CARIÑO CADA MONTAÑA, CADA RÍO, CADA HIERBA Y CADA ÁRBOL DE COREA

19 de enero de 1951

[Instrucción del camarada Mao Tse-tung para los Voluntarios del Pueblo Chino.]


Los camaradas chinos y coreanos deben mantener una unidad tan íntima como de hermanos, vivir las mismas penas y alegrías, compartir el mismo destino en la vida y en la muerte y luchar hasta el fin para vencer al enemigo común. Es preciso que los camaradas chinos consideren los asuntos de Corea como los suyos propios y que se eduque a nuestros mandos y combatientes para que miren con cariño cada montaña, cada río, cada hierba y cada árbol de Corea y no tomen del pueblo coreano ni una sola aguja ni una sola hebra de hilo, tal como es nuestra actitud y manera de proceder en el país; ésta es la base política para nuestra victoria. Siempre que procedamos así, lograremos la victoria final.


..........en una palabra, no debemos atacar en las cuatro direcciones. Si lo hiciéramos, pondríamos en tensión a todo el país, y esto sería muy malo. De ninguna manera debemos crearnos demasiados enemigos, sino hacer ciertas concesiones en una dirección y aflojar allí un poco la tensión para concentrar fuerzas y lanzar ataques en otra. Debemos trabajar bien para que los obreros, campesinos y pequeños artesanos nos apoyen y para que la gran mayoría de la burguesía nacional y de la intelectualidad no se oponga a nosotros. De este modo, quedarán aisladas las fuerzas remanentes del Kuomintang, los agentes secretos y los bandoleros, aislada la clase terrateniente, aislados los reaccionarios de Taiwán y el Tíbet, y aislados también de nuestro pueblo los imperialistas. Esta es nuestra política, ésta, nuestra orientación estratégica y táctica y ésta, en fin, la línea de la presente Sesión Plenaria del Comité Central.


EN MEMORIA DEL DR. SUN YAT-SEN

12 de noviembre de 1956

[Artículo escrito por el camarada Mao Tse-tung con motivo del 90.° aniversario del nacimiento del Dr. Sun Yat-sen.]


¡Rindamos homenaje al Dr. Sun Yat-sen, gran precursor de la revolución!

Honramos su memoria porque, en el período preparatorio de la revolución democrática de China, libró una aguda lucha contra los reformistas asumiendo una clara posición de demócrata revolucionario. En esa lucha, él fue el portaestandarte de los demócratas revolucionarios chinos.

Honramos su memoria por la grandiosa hazaña que realizó durante la Revolución de 1911 al dirigir al pueblo en el derrocamiento de la monarquía y el establecimiento de la república.

Honramos su memoria por la magnífica contribución que hizo en el período de la primera cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista al desarrollar los viejos Tres Principios del Pueblo convirtiéndolos en los nuevos.

EL nos dejó muchas cosas de valor en la esfera del pensamiento político.

Los chinos de nuestra época, excepto un puñado de reaccionarios, somos todos continuadores de la causa revolucionaria del Dr. Sun.

Hemos completado la revolución democrática que el Dr. Sun dejó inconclusa y la hemos desarrollado haciendo de ella una revolución socialista, en cuyo proceso de realización nos hallamos ahora.

Las cosas se desarrollan sin cesar. Han transcurrido sólo 45 años desde la Revolución de 1911 y, sin embargo, la faz de China ha cambiado por completo. Al cabo de otros 45 años, esto es, para el año 2001, en los albores del siglo XXI, China habrá experimentado cambios aún mayores. Será un poderoso país industrial socialista. Y así tiene que ser, pues con una superficie de 9.600.000 kilómetros cuadrados y una población de 600 millones, China debe hacer un aporte comparativamente grande a la humanidad. Durante un largo período, su contribución ha sido muy reducida, y esto nos apena.

Pero debemos ser modestos. Debemos serlo no sólo ahora, sino incluso cuando hayan pasado esos cuarenta y cinco años. Seamos modestos siempre. En nuestras relaciones con el extranjero, los chinos debemos desechar resuelta, definitiva, cabal y totalmente cualquier manifestación de chovinismo de gran nación.

El Dr. Sun era un hombre modesto. Escuché sus discursos en muchas ocasiones y quedé impresionado por su grandeza de espíritu. Su gran dedicación al estudio de la historia de China y de sus condiciones sociales contemporáneas, así como al estudio de la situación de los países extranjeros, entre ellos la Unión Soviética, fue para mí muestra de que era muy modesto.

Consagró toda su vida, con absoluta abnegación, a la transformación de China; de él se podría decir que dio lo mejor de sí, lo dio todo hasta que su corazón dejó de latir.

Al igual que muchas grandes figuras de la historia que se pusieron en el primer frente para guiar la corriente de su época, el Dr. Sun también tuvo defectos. Esto hay que explicarlo a la luz de las circunstancias históricas, de modo que la gente lo comprenda. No debemos ser demasiado exigentes con los precursores.


https://webs.ucm.es/info/bas/utopia/html/mao.htm




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