Actualidades del Perù, su historia, su presente y su futuro: Con Kiwi Travel y Airbnb a Moscù

Boleto de viaje adquirido en Tokyo, a la empresa Kiwi Travel y alojado durante una semana contactando con Airbnb.

Enero 3,2020, ubicaciòn Narita Internacional Aeropuerto, Tokyo, Japòn, salida de vuelo SU 261, 13.20, destino Moscù, Aeropuerto SVO, llegada 17.35 (hora local).
Este es el inicio de mi primer viaje del 2020. Luego vendrìa Moscù a Praga, Praga por vìa terrestre hasta Aeropuerto Tegel en Berlìn, de aquì a Milàn; Milàn a Madrid, finalmente Madrid a Lima.

El vuelo bueno, once horas en el aire. Japòn como todo el hemisferio norte època de invierno. Aunque Tokyo soleando estos dìas. Llegada a Moscù, previamente tenìa las herramientas para salir del aeropuerto y llegar hasta mi alojamiento, contactado por Airbn, donde pasarìa 4 noches. Debo ubicar el paradero del bus que me llevarà hasta Proyezd 1-Y, Tushinskiy,19, en Moscù, dato que ya lo habìa trabajado e impreso.
Pero, lo primero, contar con rublos, es necesario realizarlo de inmediato, aunque tampoco tan ràpido porque conforme avanzas encuentras mejor cotizaciòn, lo hice al toque y 52 rublos por 1 euro. Màs adelante pagaban por 1 euro, 60 rublos.
Por el viaje en bus pago 165 rublos, eres foràneo y si no conoces, te crea un estres, y no queda otra que preguntar a los pasajeros rusos y asì avanzo, siguiendo la ruta. Bajo en 1-Y Tushinskiy Passage. Y ahora què, debo caminar, alrededor de 450 metros, 5 minutos aproximadamente. Es de noche ya que por la temporada de invierno, claridad solamente hay algo màs de 7 horas. Pregunto a un señor, me dice vamos hacia el poste de luz para leer, padece de la vista, entonces le dice a su amigo que me ayude a buscar el lugar exacto. Este ruso se venìa con su vodka porque se sentìa su estado de ebriedad, pero asì me ayuda y me deja en el sitio exacto. Y ahora què me pregunto. Esperaba que por lo menos, con la direcciòn tocando el timbre me abrirìan las puertas de mi acomodaciòn. Pero aparentemente no estaba pendiente el anfitriòn, en este caso, anfitriona que no residìa en el lugar. Aquì una falla de mi parte de no comprar tarjeta SIM en aeropuerto para la comunicaciòn en Moscù y esto si que me costò tiempo y frìo porque como que estaba en la congeladora, todo helado, en este momento no nevaba. Ahora què hago, pasa una señora con su perrita y me pregunta a quièn busco, le hice la referencia de tal persona, en la direcciòn donde estamos. Nada puede hacer ella y se retira, no sin antes decirle a un vecino que igual que ella estaba con dos perritos y le menciona mi caso. Este señor, vestido de buzo, grande èl, 1.85 mts. màs o menos, me dice vamos acompàñame a casa para dejar a mis perritos y te ayudo a solucionar tu caso. Caminamos unos cien metros, sube a su casa y sale. En este lapso logro obtener los datos de la dueña del alojamiento. Tampoco tenìa el fono de la susodicha ya que mi contacto era directamente con Airbn. Por lo menos tenemos los datos de la propietaria, este amigo ruso grandote logra ubicar el nùmero telefònico de Thatiana a lo que ella le responde que desde el piso sètimo del edificio, una persona designada por ella, abrirà la puerta elèctrica, luego subiremos en ascensor y llegaremos hasta la habitaciòn nùmero 37 . Efectivamente asì se hizo, una gran ayuda de este señor ruso y una dejadez de la persona anfitriona de no tener la disposiciòn menos la voluntad de esperar a su invitado, que era yo. El amigo contento porque cumple su cometido, yo tambièn porque el frìo se quedò fuera y en el interior si que es confortable por la calefacciòn en cada lugar del departamento. El amigo me dijo, aquì te quedas, le agradecì y a la vez quice gratificarle pero no aceptò, màs bien me facilitò su nùmero telefònico, que le llamara para cualquier necesidad y hasta podrìamos pasear por Moscù porque tiene movilidad. Muy buena persona. Me sentì aliviado pero siempre con la confianza que lograrìamos el objetivo.
Me acomodo, se trata de un departamento con tres dormitorios, ocupados ahora, los tres, una señorita que viene de otra ciudad rusa, Kazan, por razones de trabajo y otro señor, tambièn ruso, natural de San Petersburgo, profesor de nataciòn, unos dìas viene a Moscù y regresa a su localidad de orìgen. Descanso bien, aunque como siempre la diferencia horaria, ocho horas menos que Japòn, quita o roba el sueño. Amanece y a comprar en un super que està cerca. Cafè, azùcar, mandarinas, pan, queso, son mis primeras compras.
Al rato debo salir para comprar SIM y contar con el internet y mapas. Asimismo, la entrada del cargador es distinta y compro la compatible. SIM no calza en iphone porque està bloqueado pero si en el motorola androide. Por lo menos ya tengo acondicionado el fono. Pago 300 rublos por la SIM.

Como es normal necesito un tiempito para ambientarme y salir hacia el centro de la ciudad. Por fin llego al centro, movilizarse en la ciudad es barato y los trenes pasan uno sobre otro, en lapso muy corto. Las estaciones muy pero muy abajo y las escaleras elèctricas tan largas. Muchas estaciones del metro revestidas de màrmol, algunas como museos con esculturas que representan la historia moscovita. Es el metro de Moscú, el más hermoso del mundo gracias sobre todo a medio centenar de estaciones donde, como Aladino, tendremos que restregarnos varias veces los ojos ante tanta abundancia de riquezas. El propio líder de la Unión Soviética, Iósif Stalin, pidió a los diseñadores del suburbano moscovita que “hicieran el metro más renombrado del mundo, demostrando así la superioridad del sistema socialista”. Según el “consejo”, las estaciones tenían que parecer “un lugar espacioso a plena luz del día”.

Las personas bastante abrigadas, ropa ad hoc por la zona, pieles por doquier, bastante elegancia, aunque se ve de toda condiciòn.

Como cualquier ciudad hay señoras que venden en las calles artìculos para contrarrestar el frio, ropa gruesa, gorros, guantes, etc., aunque estuviera nevando ellas siguen trabajando.
Moscù cuenta con muchos medios para movilizarse, sean buses, vans, trenes, metro, etc. A pesar de la època invernal bastante turismo, el centro financiero con sus altos edificios, los centros comerciales con productos de marcas reconocidas, con altos precios. Lo que si es caracterìstico como se vive por lo menos en las ciudades y zonas urbanas, la calefacciòn en todos los ambientes por donde discurre el ruso o moscovita. La calle es la calle y sus ambientes gèlidos, el lugar de la convivencia si que tiene su buena calefacciòn. Las estaciones de metro a diferencia de los paraderos de buses, que estàn en ambiente cerrado, dan comodidad y bienestar al viajero, los otros, en plena calle. Conductores de servicios pùblicos, son a la vez cobradores, pero el sistema facilita el uso de tarjetas para hacer el hìbrido bus-metro, pasajes baratos.
Lo que hay que resaltar en Moscù es que por donde vayas e ingreses a un centro comercial, estaciòn de metro o donde haya movimiento de personas, se controlan los paquetes, mochilas, cajas, etc. existen por doquier los escaner, siempre temerosos de los grupos terroristas. Mucha seguridad.
Por la zona donde discurrìa puse atenciòn a baños pùblicos, hombres y mujeres y con tarifa de 55 rublos. La zona del centro muy bien cuidada, la limpieza en primer lugar, los ambientes tranquilos, no tanto bullicio, mucho orden, mucha vigilancia en el metro, la policìa por doquier, sin molestar al ciudadano o al visitante. Màs bien ayudan y guìan a los perdidos.
Los pasajes en bus tienen el precio de 55 rublos, en una ocasiòn al no tener cambio o como entregarme el vuelto, el chofer me devuelve mi dinero y no me deja pagar. No se hacen problema por esto, la mayorìa de los pasajeros, conocen el sistema entonces adquieren sus tarjetas, facilitando la labor del conductor.
Una tarde comienza a nevar y algunas personas salen, con sus niños a pasearlos, otros a los lugares adecuados para el patinaje, mostràndose la naturalidad de este sistema de vida. Ya al regresar a casa, a ponerse còmodo con ropa ligera.