sábado, 26 de diciembre de 2020

Tradiciones Peruanas de Ricardo Palma, Las balas del Niño Dios

El 6 y 7 de enero de 1842 fuerzas peruanas y bolivianas se enfrentaron en el pueblo de Tarapacá, en el extremo sur del Perú, como resultado de un persistente conflicto fronterizo originado en el complejo proceso de conformación republicana de ambos países. Situado este hecho en la memoria de peruanos y tarapaqueños mediante la prosa de Ricardo Palma, el presente artículo aborda este acontecimiento buscando ir más allá de la retórica mítica, heroica y literaria hasta ahora dominante, para entender las dinámicas sociopolíticas locales respecto a la conformación de la nación y el territorio nacional en la que fue en aquél entonces la provincia más meridional del Perú, y que se expresaron en este acontecimiento. 
https://www.researchgate.net/publication/323234841_Las_balas_del_Nino_Dios_La_batalla_de_Tarapaca_y_la_formacion_de_la_nacion_en_el_extremo_sur_del_Peru_1822-1842

Las balas del Niño Dios

 (Al señor general D. Juan Buendía) 

He aquí, mi general y amigo, una tradición en la cual dos vivos son los protagonistas: usted y el cura L... 

No se ofenda usted porque a guisa de antigualla ha caído bajo el dominio de mi pluma, dada a sacar a luz historias rancias. 

Trátase de una bella página en la vida de usted, página que ojalá, en el porvenir de nuestra patria, encuentre muchos plagiarios. A Dios gracias, no es usted siquiera ministro o candidato a más sabrosos bocados: está usted arrinconado en la sacristía como efigie de santo después de la procesión. Puedo, pues, dedicarle este relato sin correr peligro de que digan que lo adulo y lisonjeo, yo que nunca cometí el feo pecado de dedicar prosa ni verso a los que están peldaño arriba en la escalera política. A lo sumo dirán que he cogido el plumero para limpiar del santo polvo y telarañas. Si lo dicen que lo digan, que con ello ni nos dan ni nos quitan. 

Esto va, pites, de amigo a amigo. Y para dedicatoria suficit. 


Después del desastre de Ingavi, el general Magariños, al mando de la segunda división del ejército boliviano, se apoderó de Tacna, en diciembre de 1841, sin resistencia del inerme vecindario. Inmediatamente hizo marchar sobre Tarapacá una columna de cien soldados a órdenes del coronel D. José María García y del comandante D. Luis Mostajo. Llegados los invasores a Chamisa el 1.º de enero, dispuso el coronel García que el teniente D. Hilario Ortiz entrase de incógnito en Tarapacá; y para que en caso de ser descubierto pudiera asumir carácter de parlamentario, lo proveyó de un pliego en el cual se intimaba a la autoridad peruana la rendición de la provincia. El subprefecto de Taracapá D. Calixto Gutiérrez de La-Fuente sorprendió al espía y lo puso preso, contestando a García por una nota que protestaba contra la invasión; que abandonaba la capital por encontrarse sin elementos para resistir (pues entre todos los vecinos no había podido reunir más armas que tres pistolas, dos sables y cinco escopetas), y que se llevaba prisionero al teniente Ortiz, quien no se había presentado con las formalidades de parlamentario. El coronel García tomó posesión de Tarapacá el 3 de enero, convirtiò la casa del Cabildo en cuartel y dirigió a los tarapaqueños una proclamita notable por la cortedad, pues toda ella se reducía a esta originalísima frase: «Los bolivianos traemos en una mano la paz y en la otra el olivo». Por lo visto su señoría no era hombre fuerte en antítesis ni metáforas, salvo que se nos diga lo que en la Biblia para aclarar los conceptos obscuros: y en esto hay sentido que tiene sabiduría, explicación con la que se queda uno tan en tinieblas como antes. En seguida dirigió otro oficio a La-Fuente, que a revienta- caballo se había encaminado a Iquique, oficio que con otros comprobantes de este relato histórico encontramos impreso en El Peruano, periódico oficial de Lima correspondiente al 22 de enero de 1842. Decía así el coronel: «Seguramente está usted creyendo que soy un recluta ignorante de mis deberes, pues me dice en su nota que el oficial Ortiz no fue con las formalidades correspondientes a un parlamentario. Dígame usted, señor mío, ¿qué ejército tiene o qué batalla va a presentarme para exigirme formalidades? Si en contestación a ésta no me manda usted al teniente Ortiz, yo en represalia enviaré a mi república familias enteras de las más notables que tenga la provincia. Y no le digo a usted más». Poco y al alma. Esto era hablar crudo, como carne en mesa de inglés y clarito como agua de arroyuelo. Pero en mala madriguera se había metido el coronel boliviano. ¡En Tarapacá! ¡En la cuna de los mariscales Castilla y La-Fuente! ¡Precisamente en el único pueblo del Perú que no se asustó con la vitalicia de Bolívar y que tuvo bríos para protestar contra ella! ¡Digo, si tendrán colmillos los tarapaqueños! ¡Y venirles en 1842 con amenazas un coronelito del codo a la mano! 

II 

En la noche del 2 de enero llegó a Iquique D. Calixto de La-Fuente y conferenció con el sargento mayor D. Juan Buendía sobre lo crítico de la situación. Buendía, soldado audaz y entusiasta, opinó que era preciso combatir para que los bolivianos no se la llevasen tan de bóbilis-bóbilis; y tres días después, el 5 de enero, púsose en marcha sobre Tarapacá acompañado de veintidós mozos del pueblo, armados con escopetas, fusiles y lanzas. La empresa era de locos. En el trayecto hasta la capital de la provincia se les unieron seis paisanos más, uno de los cuales, llamado Mariano Ríos, llevaba por única arma una corneta. A las once de la noche del 6 de enero el grupo de combatientes organizado por Buendía llegaba sigilosamente a la esquina de la casa del Cabildo, y con toda cautela para no ser sentidos por el enemigo improvisaban en la bocacalle una barricada con los muebles de un vecino. Pocos minutos después, el corneta Mariano Ríos empezó a tocar ataque y degüello y los expedicionarios rompieron el fuego. El jefe boliviano, a quien la densidad de la noche no permitía darse cuenta del número y condición de los que atacaban, creyó prudente en cerrarse en Cabildo y que la tropa, parapetada tras de las ventanas, contestase el tiroteo. Entretanto, al estruendoso resonar de la corneta despertaron los vecinos, y gritando «¡viva el Perú!», corrieron a engrosar las filas del arrogante mayor Buendía. Una hora después eran poco más de treinta los fusiles y escopetas que hacían fuego sobre los cien soldados del coronel García. A las cuatro de la mañana la victoria pareció inclinarse a favor de los bolivianos, pues los disparos de sus adversarios disminuían y la corneta había cesado de resonar. El músico acababa de caer muerto y a los asaltantes se les iba agotando el número de cartuchos a bala. Tenían algunos tarros de pólvora, pero ni una libra de plomo para fundir proyectiles. Media hora más de combate y... después de ella la fuga. ¡Lindo por venir! El bravo mayor Buendía se encontraba en la misma tremenda situación de Ricardo III cuando dijo: «¡Mi reino por un caballo!» Para Buendía algunas libras de plomo valían más que un reino, eran la dignidad nacional salvada, eran su nombre de soldado y sus juveniles aspiraciones de gloria. ¡Plomo! ¡Plomo! ¿De dónde conseguirlo? En Tarapacá no había siquiera tubos de cañería. Buendía comenzaba a desesperar. Tenía en perspectiva la derrota y acaso la insegura condición del prisionero. De pronto un joven eclesiástico, hijo de Tarapacá, que vagaba entre los combatientes auxiliando a los heridos y moribundos, se acercó y le dijo: -No hay que desmayar; voy a traer plomo. Y entrando en su habitación se detuvo ante un retablo que representaba el divino misterio de Belén. 

Téngase presente que esto pasaba en la noche del 6 de enero, día de la Adoración de los Reyes Magos. 

El devoto clérigo tenía en su casa un precioso nacimiento... y el Niño Jesús era... de plomo. Vivo está (y aún creemos que con residencia en Lima) el sacerdote que en aras de la patria supo hacer el sacrificio de sus escrúpulos y sentimientos religiosos. 

Gracias a él los peruanos tuvieron balas para continuar el combate a la luz del sol. 

Aquellas balas hicieron maravillas sobre la tropa enemiga. Háganse ustedes cargo... 

¡Eran balas del Niño Dios! A las seis de la mañana el coronel García cayó mortalmente herido, y llamando a su segundo le dijo: -Comandante Mostajo, bátase hasta quemar el último cartucho. -Muera usted tranquilo, mi coronel, que el honor militar quedará a salvo. 

Y a las siete de la mañana, agotadas ya sus municiones, aquellos valientes soldados de Bolivia se rindieron a discreción. -¡Hurra por los vencidos y por los vencedores! 

La victoria premió la audacia del mayor Buendía y el patriótico entusiasmo de los tarapaqueños, que casi sin armas ni organización, se lanzaron contra una aguerrida columna militar.
San Lorenzo de Tarapacà, Urbanizaciòn Tarapacà,Callao

Señoras Tarapaqueñas y autoridades chalacas, ceremonia realizada en la Urbanizaciòn Tarapacà,Provincia Constitucional del Callao


https://urbatorium.blogspot.com/2015/01/las-balas-del-nino-dios-un-milagro.html
“La audacia de Buendía -escribe Portilla Córdova como epílogo a esta increíble historia- fue premiada junto al patriotismo de los tarapaqueños que con escaso armamento pudieron vencer al agresor… ¡con balas del Niño Jesús!”.
Como dato interesante, cabe añadir que el valeroso sacerdote tarapaqueño que logró conseguir el plomo para los tiros de los héroes de la resistencia local, todavía estaba vivo en los tiempos en que Ricardo Palma inmortalizó el entretenido relato en su famoso libro sobre las tradiciones del Perú, según él mismo comenta allí.
La victoria peruana permitió recuperar la provincia y frustrar parte de la soberbia boliviana por sus conquistas territoriales, antes del advenimiento de la paz. Sin embargo, San Lorenzo de Tarapacá se reservaba episodios aún más epopéyicos en la línea de tiempo, con la batalla del 27 de noviembre de 1879 que, en el marco de la Guerra del Pacífico, coronó de gloria al Coronel Eleuterio Ramírez y a los bravos del 2° de Línea, tras la cual, a pesar de la destrucción de las fuerzas chilenas durante el combate, se produjo el retiro de los aliados y la incorporación del territorio a manos de Chile.




viernes, 25 de diciembre de 2020

Inmigración japonesa en Paraguay

En Paraguay viven aproximadamente 6.000 nikkeis entre inmigrantes japoneses y descendientes de los mismos. Además se estima que unos 1.200 nikkeis paraguayos se encuentran trabajando en el exterior. La inmigración japonesa a este país, se inició con el primer contingente establecido en la colonia La Colmena en el año 1936, antes de la Segunda guerra mundial. Luego de la Segunda guerra mundial, en 1953, se reinicia la inmigración, llegando a su cúspide la cantidad de inmigrantes en la etapa inicial de la década del 60, y luego fueron disminuyendo debido al crecimiento económico del Japón. La empresa Promotora del Exterior del Japón SA. (organización precedente a la actual JICA), adquirió las tierras para la recepción de los inmigrantes (colonia La Paz, Pirapó e Yguazú), donde realizó la distribución y venta de tierra y asesoramiento correspondiente. Posterior a eso, surgió la Colonia Piraretá, en las cercanías de Asunción, destinada a los productores de hortalizas. Actualmente, los japoneses y los nikkeis están esparcidos en casi todos los departamentos de la Región Oriental, dedicándose principalmente a la agricultura y al comercio. En cuanto a la agricultura, los inmigrantes japoneses son reconocidos por el cultivo de soja, el rubro agrícola de mayor captación de divisas extranjeras, el cual sostiene la economía del país. Además, el cultivo de trigo como cultivo alternativo de invierno, ha contribuido al autoabastecimiento de la harina y el ahorro de las divisas. Los japoneses, desde la inmigración se han caracterizado por trabajar en equipo. Son dos las principales instituciones japonesas que existen en el Paraguay. La Central Cooperativa Nikkei Agrícola Limitada, conformada por 5 cooperativas nikkei que desarrollan actividades productivas. La Federación de las Asociaciones Japonesas en el Paraguay, conformada por 10 asociaciones japonesas, los cuales se dedican a la enseñanza del idioma japonés, difusión de la cultura japonesa, atención a la tercera edad entre otras actividades. La JICA trabaja muy de cerca con estas dos instituciones principales de la sociedad nikkei para realizar actividades que contribuyan al desarrollo del Paraguay. https://www.jica.go.jp/paraguay/espanol/office/others/society.html

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Diògenes de Sinope, el cìnico, el perro

 

La historia de Diógenes de Sinope: el filósofo griego que vivía en la indigencia

Residía en una tinaja, comía junto a los perros y hacía todas sus necesidades en público. Hoy en día, «el síndrome de Diógenes» designa un trastorno del comportamiento que se caracteriza por el total abandono personal y por la acumulación de grandes cantidades de basura y desperdicios domésticos.



Antes de partir a la conquista de Asia, Alejandro Magno se detuvo en Corinto y pidió conocer «al filósofo que vivía con los perros», o al menos eso cuenta una leyenda de larga tradición. El joven macedonio quedó asombrado con Diógenes de Sinope, pues no se parecía a ningún sabio que el joven macedonio, educado por Aristóteles, hubiera conocido o imaginado nunca: dormía en una tinaja y se rodeaba las veinticuatro horas del día por una jauría de perros. Alejandro entabló conversación con el entonces anciano y, horrorizado por las condiciones en las que vivía, le preguntó si podía hacer algo para mejorar su situación. «Sí, apartarte, que me estás tapando el Sol», contestó el filósofo de malas maneras al que era ya el dueño de Grecia. No en vano, según la leyenda, el macedonio no solo aceptó el desplante sin enfadarse, sino que le mostró su máxima admiración: «De no ser Alejandro, yo habría deseado ser Diógenes».

Perteneciente a la escuela cínica, que consideraba que la civilización y su forma de vida era un mal en sí mismo, Diógenes de Sinope llevó hasta el extremo las ideas del fundador de esta filosofía, Antístenes. Lejos de lo que hoy se entiende por cinismo (tendencia a no creer en la sinceridad o bondad humana y a expresar esta actitud mediante la ironía y el sarcasmo), las ideas de Antístenes buscaban alcanzar la felicidad deshaciéndose de todo lo superfluo. Así, este discípulo directo de Sócrates se retiró a las afueras de Atenas para vivir bajo sus propias leyes, sin obedecer a las convenciones sociales. No obstante, fue su aventajado discípulo, Diógenes, quien hizo célebre su obra a través de la indigencia más absoluta.

Poco se sabe sobre la infancia de Diógenes, nacido en la colonia griega de Sínope (en la actual Turquía) en el 412 a. C, salvo que era hijo de un banquero llamado Hicesias. Ambos se dedicaban a fabricar monedas falsas, algunos historiadores han sostenido que con fines políticos y no por lucro personal, hasta que fueron desterrados por esta causa a Atenas. Los arqueólogos, de hecho, han podido corroborar el episodio a través del gran número de monedas falsificadas con la firma de Hicesias, el oficial que las acuñó, encontradas en el lugar de nacimiento del filósofo.

Diógenes de Sinope llevó hasta el extremo las ideas de Antístenes

Vestido solo con una humilde y roída capa

Decepcionado por la superficialidad de los atenieses y sus rigores sociales, el joven filósofo conoció a Antístenes –un discípulo de Sócrates que, según Platón, estaba presente durante su suicidio–. Diógenes tomó al pie de la letra las enseñanzas de su maestro, entregándose a una vida de extrema austeridad con la pretensión de poner en evidencia la vanidad y artificiosidad de la conducta humana. Así estableció su vivienda en una tinaja, que solo abandonaba para dormir en los pórticos de los templos, se vistió con una humilde capa y comenzó a caminar descalzo sin importarle la estación del año. Sin embargo, según cuenta el mito sobre su vida, para el griego nada era lo suficientemente humilde y siempre encontraba nuevas formas de reducir su dependencia por lo material. En una ocasión, vio como un niño bebía agua con las manos en una fuente: «Este muchacho –dijo– me ha enseñado que todavía tengo cosas superfluas», y tiró su escudilla (un recipiente semiesférico usado para trasladar líquidos). También se despojó de su plato al ver que a otro niño, al rompérsele el suyo, puso las lentejas que comía en la concavidad de un trozo de pan.

La actitud de Diógenes, no en vano, podía pasar en ocasiones por la de un provocador obsceno o la de un elemento subversivo. Además de hacer sus necesidades a la vista pública, como prueba de que ninguna actividad humana es tan vergonzosa como para requerir privacidad, se masturbó en el Ágora, la principal y más transitada plaza de Atenas, sin más explicación que «¡Ojalá, frotándome el vientre, el hambre se extinguiera de una manera tan dócil!». Y, entre las numerosas anécdotas sobre su vida, también destaca por ofensiva la actitud que padeció un adinerado hombre que tuvo la osadía de invitarle a un banquete en su lujosa mansión con la única prohibición de que no escupiera en su casa. Diógenes hizo unas cuantas gárgaras para aclararse la garganta y le escupió directamente a la cara, alegando que no había encontrado otro lugar más sucio donde desahogarse.

Por supuesto, la mayoría de estas historias caminan entre el mito y la realidad, y sirven sobre todo para trazar el retrato de un hombre que, a pesar de vivir de forma diferente al resto, casi en la indigencia, era admirado por la mayoría de atenienses. El «Sócrates delirante», como le llamaba Platón, era respetado por su crítica a las diferencias de clase y su desdén por las normas de conducta social. Dentro de la doctrina de los cínicos, los animales eran el ejemplo perfecto de cómo alcanzar la felicidad a través de esta rebelde autosuficiente. Quizá por ello, Diógenes se rodeó de una jauría de perros con la que, relata el mito, compartía su comida y dormía agazapado. Pero lejos de ser alguien carente de humanidad, Diógenes despreciaba a los hombres de letras por leer los sufrimientos de «Odiseo» desde la distancia mientras desatendían los suyos propios y abogaba por preocuparse por las cosas verdaderamente humanas, sin artificios ni tintas de por medio.

«¡Ojalá, frotándome el vientre, el hambre se extinguiera de una manera tan dócil!»
DIOGENES Y ALEJANDRO, que se haga a un lado.......

Capturado por piratas y vendido como esclavo

Sin conocerse realmente las circunstancias que le llevaron a Corinto, donde tendría el encuentro con Alejandro Magno, la leyenda sostiene que Diógenes fue capturado por unos piratas y vendido como esclavo cuando se dirigía a Egina (Islas Sarónicas, Grecia). Fue comprado por un aristócrata local, Xeniades de Corinto, quien le devolvió la libertad y le convirtió en tutor de sus dos hijos. Pasó el resto de su vida en esta ciudad, donde de la misma forma son fértiles las estrambóticas anécdotas sobre el comportamiento del filósofo. Precisamente, a cuenta de su muerte, también se han escrito diferentes y fabuladas versiones. Según una de ellas, murió de un cólico provocado por la ingestión de un pulpo vivo. No en vano, la más excesiva asegura que falleció por su propia voluntad: reteniendo la respiración hasta quedar sin vida. «Cuando me muera echadme a los perros. Ya estoy acostumbrado», fueron sus últimas palabras. Su ocaso aconteció el mismo año, el 323 a. C., que el gran Alejandro.

En la actualidad, se designa al «Síndrome de Diógenes», en referencia al filósofo, como el trastorno del comportamiento que se caracteriza por el total abandono personal y social y la acumulación en el hogar de grandes cantidades de basura y desperdicios domésticos. En 1960 se realizó el primer estudio científico de dicho patrón de conducta, bautizándolo en 1975 con el nombre del estrambótico filosofo. No obstante, desde el punto de vista histórico la vinculación de este trastorno con el comportamiento austero del griego es incorrecta, puesto que la acumulación de cualquier tipo de cosas es lo contrario a lo predicado por aquel hombre que vivía en una tinaja.

https://www.abc.es/internacional/20150121/abci-diogenes-sinope-filosofo-historia-201411211847.html#ancla_comentarios


jueves, 29 de octubre de 2020

“Por la razón o la fuerza” es un lema que manifiesta un espíritu intolerante...reza el escudo de armas de Chile

 



PROYECTO DE LEY DEL H. SENADOR NELSON AVILA QUE ESTABLECE  EL LEMA DEL ESCUDO DE ARMAS DE CHILE

 

El lema “Por la razón o la fuerza” fue propuesto por José Miguel Carrera y Manuel Rodríguez.  Se incorporó al Escudo nacional de la Patria Vieja (1810-1914).  Su texto completo era: “Tras las tinieblas la luz, por la razón o la fuerza”.  En realidad, era aún más explícito ya que decía, en latín, “por el consejo o la espada”.  Eso explica que haya sido traducido de distintas maneras.

 

Al eliminarle la primera parte, “tras las tinieblas, la luz”, el lema quedó como un simple desafío sin fundamento.  Podríamos decir, fuera de contexto.

 En 1819, O’Higgins estableció otro Escudo completamente diferente que consistía  en una columna  con un globo terráqueo y un indígena armado a cada lado.  La única  leyenda estaba  en la parte superior y era simplemente la palabra “Libertad”.

 El 26 de junio de 1834, durante el gobierno de José Joaquín Prieto se estableció el escudo nacional que rige actualmente. Fue diseñado por el artista inglés Carlos Wood.

 El historiador Bernardino Bravo en un libro suyo, sostiene que el estado de derecho en Chile está basado en el lema del escudo.  La idea central del autor es que el poder político se basa en la fuerza. Esta visión decimonónica, debe  reemplazarse por el concepto  de que el fundamento del Estado  es la razón de las personas  que dan vida y contenido a las instituciones.

 La posibilidad de modificar el Escudo nacional, no es algo nuevo.  De hecho  ha sufrido varios cambios, como el mencionado  de 1812, el de 1819 establecido por O’Higgins y el de 1834.

 El lema “Por la razón o la fuerza” es evidentemente, muy agresivo.  Incurre en dos manifestaciones simultáneas de intolerancia: creer tener la razón  y si esta no es aceptada, conferirse el derecho de imponerla por la fuerza.

Este lema siempre ha generado  malestar en los países con los cuales se mantienen relaciones.  Hace presumir que si no se aceptan las decisiones  de Chile, éste puede recurrir a la fuerza, lo cual es absurdo  en el contexto actual.  Se trata de un lema desafiante y provocativo.  Ha sido cuestionado porque representa una paradoja irracional.  Aquello que se establece por la razón,  no puede estar acompañado por la fuerza o ser reemplazado por ésta, ya que son  conceptos totalmente antagónicos.  En efecto, la razón para existir requiere  de libertad y esta implica ausencia de coerción.  Desde el clasicismo griego se sostiene que la razón permite producir juicios que sólo  serán válidos si han  sido elaborados sin presión o fuerza. Kant sostenía que los imperativos  categóricos  de carácter moral sólo podían tener validez si eran un proceso interno del hombre que se expresaba como voluntad libre y sin ninguna imposición. Stuart Mill y los liberales exaltaron la libertad como condición  para que un juicio fuera válido.   Aristóteles  sostenía que el hombre libre debe hacer su  voluntad, mientras que el esclavo debe someterse a la ajena. 

 El lema de nuestro escudo nacional parte del supuesto de que se puede imponer  la voluntad a otros.  La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que “los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de razón  y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

 ¿Cuál es el sentido del lema?  La interpretación más directa es que el Estado impone su voluntad por la razón, es decir explicando y convenciendo, presentando los argumentos que justifican la decisión y a continuación, para  aquellos que no han sido convencidos debe imponérseles la “razón de estado”… por la fuerza.

 En el caso de controversias internacionales, este lema justifica la guerra ya que habrá una etapa de discusión y exposición de razones, pero terminada ésta, el Estado chileno puede recurrir a la fuerza ya que agotó los procedimientos de la razón, lo que contraviene directamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

 En términos más vulgares es el comportamiento de un matón que expone sus razones.  Si éstas   no son convincentes o si no son aceptadas, tiene derecho a imponer sus criterios  por la fuerza.

 El derecho universal y en especial los derechos humanos eliminan el uso de la fuerza en las relaciones entre los países  y las personas y están explícitamente prohibidas expresiones como tortura, penas o tratos crueles y degradantes.

 

Es necesario  establecer que la esencia del ser humano es la razón.  Esto lo diferencia de los animales, por lo cual la única fuerza  que debe usar es la de la razón.  La calidad y veracidad de los argumentos es lo  que da respaldo a la razón.  Ello permite eliminar la violencia en las relaciones humanas.

 

Por otra parte, la ley aprobada el 24 de Junio de 1834 que creó el escudo nacional no le asignó lema. La frase “Por la razón y la fuerza” solamente tuvo sanción legal como divisa para piezas de plata. Anteriormente, se habían acuñado monedas de oro con dicha leyenda.

 

Así, el lema que hoy ostenta nuestro escudo, derivado indudablemente de las monedas, se introdujo en él solamente por el Decreto de Guerra Nº2.271 de 4 de Septiembre de 1920, que oficializó un modelo de Escudo nacional, incorporando a éste la frase “Por la razón o la fuerza”.

 

La calidad jurídica de la referida disposición es, a lo menos, discutible. Si bien lleva la firma del Presidente de la República, es un simple decreto emanado del Ministerio de Guerra. Además, no fue publicado en el Diario Oficial sino que en un Boletín del Ejército, quedando limitado el conocimiento de esta normativa al acotado número de chilenos que tenían acceso al  aludido boletín.

 

En virtud de lo expuesto, y reconociendo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos considera que las relaciones entre las naciones deben ser amistosas, invito a este H. Senado a asumir la necesidad de incorporar los principios de la fraternidad  en las relaciones humanas, proponiendo  el siguiente:

 

 

PROYECTO DE LEY

 

Artículo único: El lema del Escudo de armas de la República es “Por la fuerza de la razón”.



Chile Inteligente - Cambia el Lema

https://www.change.org/p/tomashirsch-cambiar-el-lema-del-escudo-nacional-de-chile



Te invitamos a firmar, esta petición para solicitar el cambio de lema del Escudo Nacional. 

En el año 2016  Fundación Chile Inteligente propuso Cambiar nuestro Lema del Escudo de Armas, para crear un nuevo marco de convivencia en nuestro país. 

Hoy frente a la contingencia nacional se discute y conversa sobre una Nueva Constitución. Es el momento para revisar los valores que nos constituyen y que se reflejan en nuestros emblemas. 

“Por la razón o la fuerza” es un lema que manifiesta un espíritu intolerante y autoritario. Es la voz de los que, creyendo que tienen la verdad, se sienten con el derecho de imponerla, por la razón o por la fuerza.

Por eso queremos cambiarlo por uno que propicie una convivencia más amable y solidaria.

Invitamos a todas las personas y organizaciones a desarrollar iniciativas que aporten a crear un lema que defina una convivencia respetuosa y fraternal.

Te invitamos a utilizar el hashtag #CambiaElLema y a participar en las iniciativas de este movimiento ciudadano.


lunes, 26 de octubre de 2020

Una historia como consecuencia de la Guerra del Pacìfico

 EL REGIONALISMO DE LOS REFUGIADOS DEL CALLAO-PERÚ 

Tarapacá fue denominada insistentemente “provincia cautiva” por los discursos del Presidente Leguía y otros políticos peruanos de la época. En los principales libros de investigadores peruanos sobre el conflicto chilenoperuano, a Tarapacá se le conoce por ese nombre. El libro de registro civil de Lima donde se inscribieron los refugiados sin documentación en regla, se le conoce como de “las cautivas de Tarapacá”. Sin embargo, previo al acuerdo del 1929, ese término desaparece de los discursos oficiales, y Tarapacá quedó notoriamente fuera de toda reivindicación peruana, centrándose el interés sólo por Arica-Tacna, reconociendo de ese modo los términos del Tratado de Ancón que en su artículo 2 dejaba bajo soberanía chilena a perpetuidad, la provincia de Tarapacá. 


El más duradero de los cautiverios ha estado en la mente de los propios tarapaqueños refugiados que, a pesar de los años, no olvidan su identidad forjada en el siglo pasado y comienzos de éste en la pampa del Tamarugal y en la costa salina de Tarapacá. Como el regionalismo es un sentimiento, la idea, la imagen de Tarapacá, se transformó en una obsesión, en una fe, la “patria chica” como ellos le llamaban y le llaman aún se endiosa y se transforma en un motivo cotidiano de vivir. Lima, y específicamente el Callao, fue el destino escogido por los refugiados de Tarapacá, pero también otros lugares del Perú como Moliendo y Arequipa. 


Aquellos se hallaron ubicados en cines, manicomios, escuelas, verdaderos albergues provisorios que se tornaron permanentes por la falta de empleo, generando una nueva frustración en los refugiados. Enfrentados a este problema y al convencimiento que Tarapacá no sería devuelto al Perú, el  gobierno de A. Leguía decretó la Ley N° 5443 del 13 de marzo de 1926, que concedió terrenos de 300 metros cuadrados a las familias de tarapaqueños pobres. Una vez realizado el empadronamiento de aproximadamente 418 lotes, se adquirió el 18 de julio de 1929 (aprovechando tal vez los recursos provenientes del propio tratado con Chile), el fundo “La Chalaca” ubicado en el Callao. 


Acta de nacimiento de peruana nacida en la Provincia Cautiva de Tarapacà, emitida por la Municipalidad Metropolitana de Lima.




Recién en 1948 se autorizó a los tarapaqueños a ocupar sus lotes. De éstos emergió la Urbanización Tarapacá. La cantidad de repatriados que llegaron a Lima-Callao varía según la fuente: según el diario La Voz del Sur fueron 13.000 (31 de marzo de 1921) y El Tarapaqueño del Callao anuncia 40.000 (21 de octubre de 1971).

En la urbanización “Tarapacá”, están todavía los refugiados, a más de setenta años de las últimas expulsiones haciendo reuniones, conmemorando fechas, realizando bailes a beneficio como en las viejas mutuales, y recordando una tierra que ni siquiera algunos conocen. Sin embargo, el “ser tarapaqueño” los hace distintos en el Callao, diferentes en Lima, doblemente peruanos en el Perú y un poco chilenos en la intimidad familiar. Allí están las calles con sus nombres tarapaqueños, Iquique, Canchones, Huara, etc., un espacio virtual de la provincia que sus abuelos, sus padres o ellos mismos, cuando niños, abandonaron un día, pero que nunca la dejaron del todo. Como las razones de la expulsión-partida fue una mezcla de razones patrióticas y motivos económicos, posiblemente ello mismo exacerbó el sentimiento asociado al regionalismo y avivó la llama de la identidad tarapaqueña, resistiéndose y complementándose a otras identidades a nivel meso como la de ser “chalaco” (Callao) o Limeño. Quizás podríamos decir -como Benedict Anderson se refirió a las comunidades que originaron el nacionalismo- (Anderson; 1993) que los tarapaqueños del Callao “imaginaron” y continúan imaginándose una región que ya no existe en el territorio que abandonaron un día, pero en cambio han construido una comunidad que es real, posee identidad, organización, son todavía un movimiento social que se diferencia de todas las demás comunidades que conforman la sociedad peruana contemporánea. En otras palabras, los tarapaqueños del Callao son una comunidad real, con un sentimiento regionalista de gran profundidad histórica, construido en base a una región imaginada. Recorrer las calles de la urbanización Tarapacá es recordar; cada calle tiene el nombre de un pueblo, de un valle, de un toponimio tarapaqueño. La mayoría de los vecinos tienen raíces y tienen dolores que vienen de Tarapacá, pues dejaron familiares, dejaron pertenencias, dejaron vivencias, dejaron lo que no querían dejar, sus hogares, sus amigos. Ya por la cruz de alquitrán, pintadas en las puertas por las Ligas Patrióticas, ya por sus propios temores o por la crisis, y aprovechando las facilidades de transporte (vapores) entregados por el consulado peruano en Iquique y Pisagua, miles iniciaron una marcha que para la mayoría fue sin retorno. Con ello se fue una imagen de región: el Tarapacá del ciclo salitrero, pero si entendemos a la región como un espacio socialmente construido (Boisier; 1989 y 1990) y al regionalismo como un sentimiento, 

Tarapacá ha sido en su acontecer histórico producto de diversos constructos culturales y tenido distintos sentimientos asociados a ellos. El Tarapacá de nuestros días no es igual a aquel de los tiempos de la Conquista y Colonia cuando pertenecía a Arequipa, tampoco al Tarapacá peruano que formaba parte del Departamento de Moquegua, incluso ya poco queda del Tarapacá salitrero que se hermanaba con Antofagasta y Taltal. 

La región así entendida, como un artefacto histórico y cultural, tiene un espacio funcional que es simétrico con el espacio de pertenencia territorial del sujeto, aquel espacio que define su identidad a nivel meso como: tarapaqueño, nortino, etc. Por tanto, la región más que un territorio es una percepción, una identidad. Dicha percepción, dicha identidad, puede viajar con el sujeto a cualquier territorio porque está internalizada en su personalidad. Esa identidad llevó a los tarapaqueños a fundar en pleno centro de Santiago el famoso “Centro Hijos de Tarapacá”, como los tarapaqueños del Callao fundaron “La Sociedad Patriótica Tarapaqueña”. Interesante es observar como en el caso de la identidad Tarapaqueña, tanto aquellos habitantes de origen peruano como de origen chileno, enfrentaron su identidad conflictivamente con la identidad nacional, por ejemplo, para los limeños el habla y las costumbres de los tarapaqueños del Callao eran “muy chilenas”; de igual modo, los tarapaqueños chilenos más de alguna vez han sido motejados de “cholos” por los santiaguinos. Tarapacá entre 1830-1910 se distinguió por ser una región contenedora de migraciones venidas de los tres países vecinos y de todas las latitudes del  mundo, pero también se caracterizó por una gran tolerancia étnica y de distintas nacionalidades, como por la existencia de organizaciones obreras y patronales internacionalistas, y la existencia de clubes sociales, escuelas e incluso curas peruanos y de otras nacionalidades. 

Tarapacá fue una región pluriétnica y plurinacional, rasgo que definió el carácter y personalidad del tarapaqueño de ese período. La Liga Patriótica (González y otros; 1994) y el clima nacionalista generado en la provincia, enfrentado a un siempre amenazador plebiscito por Arica-Tacna y por el siempre aludido “cautiverio” de Tarapacá, generó una ruptura definitiva en la percepción de la región. Esa ruptura provocada en 1911 por la acción del Estado chileno (a través de sus aparatos ideológicos, como la administración pública y la escuela fiscal) y la acción de la sociedad civil (a través de ciertos grupos organizados, como las Ligas Patrióticas), se prolongó hasta 1929, cuando un acuerdo entre ambos países dio por resultado un Tratado que, además de poner punto final al conflicto internacional entre ambos, terminó con el conflicto interno en Tacna, Arica y Tarapacá. 

En 1929 Tarapacá ya no era la misma provincia de 1911, se había transformado en una región chilena homogeneizada y asimilada a la identidad nacional, su multiculturalidad quedó oculta en ciertas identidades locales, esparcidas en la región y fuera de ella, una es la de los tarapaqueños del Callao en Perú.


SERGIO GONZÁLEZ MIRANDA T

TARAPACÁ: REGIÓN EN CONFLICTO (1911-1929)


Jòvenes futbolistas de ascendencia tarapaqueña, Club Uniòn Tarapacà



El complejo chileno de la superioridad de su raza ? .......................(Memoria chilena)

Debemos tener cuidado porque el enemigo lo tenemos cerca y no cesarà en sus ambiciones.




Alumnos y profesores. Actividad de primera comuniòn, Escuela Enrique Carcheri Gonzales en la Urbanizaciòn Tarapacà.


Celebraciones en la Urbanizaciòn por Aniversario Nacional
1957






La Casa de Campo de la familia Acevedo. Se ubicaba a pocos metros del Parque Morales Bermudez (Cancha Trece). Actualmente no existe.


                                            Una imagen màs que mil palabras.



Columna de los lectores

JUAN DEL CARMEN LOYOLA ZAPATA Colegio Médico del Perú: 11500 Registro Nacional de Especialistas: 4293 Email: jloyola14@yahoo.com


Pérez Esquivel: "Un pueblo sin memoria está condenado a ser dominado”






miércoles, 21 de octubre de 2020

PROPÓLEO propiedades y beneficios. Propóleo (PROPOLIS) cómo se toma


Los beneficios del propóleo

El propóleo, según han demostrado varios estudios científicos, posee muchas otras propiedades medicinales, entre las que se le reconocen: antibióticas (fungicida y bacteriana), cicatrizantes, antiinflamatorias, analgésicas, antialérgicas, epitelizantes y anestésicas, entre otras.

Esta sustancia resinosa, de color verde o casi negro, que obtienen las abejas de las yemas y cortezas de algunos árboles como el abedul, sauce, castaño, roble, pino, cerezo y algunas plantas herbáceas, también contiene provitamina A, vitaminas del grupo B (especialmente B3), aminoácidos, minerales y bioflavonoides (vitamina P).

Las abejas utilizan el propóleo para cubrir herméticamente las paredes de la colmena y así protegerla de virus, hongos y bacterias.

Por lo general, se usa para tratar afecciones de las vías respiratorias, como catarros, gripe, sinusitis, otitis, laringitis, bronquitis, asma, neumonía, influenza; y de la piel, como abscesos, forúnculos, verrugas, grietas, eczemas y herpes zóster.

Un grupo de investigadores del Albert Einstein College of Medicine de Nueva York publicaron, en 1997, un trabajo donde mostraron la capacidad del propóleo de suprimir la replicación del VIH tipo 1 (VIH-1) y su efecto inmunoestimulante, según publica el doctor Walter Fierro Morales, médico internista y apiterapeuta, en su trabajo Evidencias científicas del propóleo desde el punto de vista médico1.

El empleo del propóleo tiene muchos beneficios sobre diferentes partes de nuestro organismo, principalmente:

  • Aparato digestivo: nos ayudará a regular el apetito, regenerar las úlceras y, además, es un buen protector hepático.
  • Vías respiratorias: Al ser un antibiótico natural, ayuda a prevenir y recuperarse de las enfermedades respiratorias.
  • Aparato circulatorio: Es vasodilatador e hipotensor, disminuye la fragilidad capilar, inhibe la oxidación del colesterol y ayuda a normalizar la presión arterial.
  • Propiedades dermatológicas: Es un cicatrizante, desinfectante, antiinflamatorio natural, y se emplea para problemas en la piel y como fungicida.
  • Propiedades odontológicas: Ayuda a mantener la salud de la boca, estimula la generación de esmalte dental, impide la formación de caries y placa bacteriana, y favorece la curación de las aftas bucales.

El propóleo se comercializa como extracto líquido, cápsulas, jarabes, cremas y cosméticos, lociones y productos farmacéuticos. Lo puedes adquirir fácilmente en herbolarios o parafarmacias. Para su conservación, almacénalo en un lugar seco y fresco, alejado de la luz, y mantén el recipiente bien cerrado, para que no pierda sus propiedades.

No se han demostrado contraindicaciones, reacciones alérgicas ni toxicas por sobredosis, y es compatible con la toma de otras medicinas, pero antes de comenzar a utilizar propóleo es recomendable que consultes con tu médico si es beneficioso para ti y si tiene alguna interacción con la medicación antirretroviral.

Si quieres saber más…

  • Torres, Laura. La miel y otros derivados de la abeja. Polen, propóleo y jalea real. Editorial Océano Ámbar.
  • Pérez Agustí, Adolfo. Jalea real, un milagro para la salud: polen, miel y própolis. Ediciones Masters.

Fuente y referencia

  • Fearnle, James. Bee Propolis. Editorial Independent Pub Group
  1. Harish Z, Rubinstein A, Golodner M, Elmaiah M, Mizrachi Y. Supression of HIV-1 replication by propolis and its immunoregulatory effect. Drugs Exp Clin Res 1997; 23 (2): 89-96.

PRODUCTOS DE LAS ABEJAS, JARABES, EN GOTAS,  


Cuando residìa en Japòn, pasados los años 2000, tuve oportunidad de llegar a Lima y luego viajar al interior. Me dirigì a Cusco, curioseando y paseando por la ciudad y alrededores. No fuì a Machupicchu, ya que en viaje anterior lo hice. Si estuve en Ollantaytambo. Muy interesante el viaje, encontrar gentes de todos lados, turistas del mundo. El gran mercado principal de San Pedro, en el centro, abarrotado, ofreciendo sus productos ante el interès de los viajeros. Compran recuerdos de su visita. Muchos encontramos tambièn desayunando o almorzando en su interior. Preguntan por la "maca", otros por el "mate de coca", los vendedores les ofrecen "sal de Maras", pero se decantan màs por las artesanìas cuyos locales ocupan gran parte del market de San Pedro, muy cerca de la estaciòn de trenes.

MERCADO DE SAN PEDRO EN CUSCO



CUSCO SAN PEDRO MARKET

Saliendo del mercado, en el camino, ingreso a negocio de productos naturales. Me atiende la propietaria y consulto con ella sobre lo que vende y el orìgen de ciertos productos. Me explica sobre las abejas y los beneficios que ofrecen al humano. Tomè interès por la " jalea real " y el "propòleo". Comenta sobre sus propiedades y beneficios. Comprè "propòleo" en gotas, cuya producciòn era de la zona apìcola de Cusco. A raìz de la explicaciòn de la señora Norma, sentì la curiosidad e iniciè mi investigaciòn que, a la larga, luego de tantos años, he venido usando los productos apìcolas.
De regreso al paìs por donde nace el sol, Japòn, llevo conmigo propòleo en gotas. Se termina e inicio la bùsqueda en los supermercados y farmacias de la zona donde residìa. Habìa en càpsulas la jalea real y en pastillas el propòleo, este ùltimo, producido con insumos de Brasil. 
Los inviernos en Japòn son duros y me habituè al consumo de las pastillas de propòleo. Contribuyò mucho a mi salud. No sufrì de resfrìos, mejorò el funcionamiento de mi organismo.
Tambièn ocasionamente tomaba la jalea real en càpsulas. Recuerdo que el laboratorio o empresa que fabricaba la jalea real era Orihiro. En la actualidad existen muchos otros por la difusiòn que han tenido los productos apìcolas.
En 2019, octubre, estuve en la ciudad de HoChiMinh, en Vietnam y adquirì en una farmacia jalea real, producto de Australia. 
Estos años, luego de regresar de Japòn, allà por 2009, he adquirido los productos apìcolas, bàsicamente propòleo, que hasta la fecha consumo y conforme aparece de la imagen ( arriba), existen diferentes laboratorios o empresas que fabrican. Como se aprecia, en presentaciòn de jarabes y en envases para consumirse a travès del uso de goteros. Los precios en nuestro paìs son bastante còmodos y acequibles.
Ûltimamente, he adquirido de la empresa EColmena (Bigprol), propòleo, que me ha llegado por delivery, con los protocolos establecidos. De la marca Apisvol tambièn adquiero el estracto, ya que mi consumo es a diario, una vez, por lo general por las mañanas, alrededor de 15 gotas.
El mundo sufre la pandemia del Covid-19, podrìa beneficiar el consumo de los productos apìcolas para afrontarla, segùn algunos estudios. 
Como es de conocimiento mundial, aùn se experimenta con la vacuna para enfrentar al virus y nuestro paìs el Perù, por medio de sus autoridades, no ha tomado las medidas adecuadas que, finalmente han perjudicado a los ciudadanos, por la gran pèrdida de vidas humanas, y falta de atenciòn adecuada en los centros hospitalarios. 
Segùn se desprende de las informaciones, el Estado no adquiriò lo necesario que constituìan las pruebas moleculares. Se abastecieron de las ràpidas que no eran las màs convenientes.

En fin, son temas de larga discusiòn que podrìan involucrar a muchas personas y que justicia se encargarà de señalar a los responsables.

martes, 29 de septiembre de 2020

Visiones de Futuro

 

OBRAS ESCOGIDAS DE MAO
(Mao Tse-tung)



TODOS LOS REACCIONARIOS SON TIGRES DE PAPEL

18 de noviembre de 1957

[Parte de una intervención del camarada Mao Tse-tung en la Conferencia de Representantes de Partidos Comunistas y Obreros celebrada en Moscú.]


En 1946, cuando Chiang Kai-shek inició su ofensiva contra nosotros, un buen número de camaradas nuestros y todo el pueblo se preocuparon mucho pensando si podríamos ganar la guerra. Yo, personalmente, también me preocupé. Pero teníamos una firme convicción. En ese tiempo, llegó a Yenán una periodista norteamericana llamada Anna Louise Strong. En una conversación con ella, abordé muchos temas, hablando de Chiang Kai-shek, Hitler, el Japón, los Estados Unidos, la bomba atómica, etc. Dije: Todos los reaccionarios, tenidos por fuertes, no son más que tigres de papel. La razón es que viven divorciados del pueblo. ¡Fíjense! ¿No era Hitler un tigre de papel?, ¿no fue acaso derribado? También dije que el zar de Rusia, el emperador de China y el imperialismo japonés habían sido todos tigres de papel. Corno ustedes saben, ellos, en su totalidad, fueron derribados. El imperialismo norteamericano no ha sido derribado aún y, además, posee la bomba atómica. Pero estoy seguro de que también será derribado, pues es igualmente un tigre de papel. Chiang Kai-shek era muy poderoso, tenía un ejército regular de más de cuatro millones de efectivos. En ese momento nosotros nos hallábamos en Yenán. ¿Cuántos habitantes tenía Yenán? Siete mil. ¿Y con cuántos afectivos contábamos? Con novecientos mil guerrilleros, que se encontraban divididos por obra de Chiang Kai-shek en decenas de bases de apoyo. A pesar de ello, afirmamos que Chiang Kai-shek no era más que un tigre de papel y que con toda seguridad lo venceríamos. En el curso de un largo período, hemos llegado a formarnos este concepto para la lucha contra el enemigo: Estratégicamente, debemos desdeñar a todos nuestros enemigos, mientras que, tácticamente, debemos tomarlos muy en serio. Es decir, al considerar el todo, despreciar al enemigo, pero tenerlo muy en cuenta en cada una de las cuestiones concretas. Si no lo despreciamos al considerar el todo, caeremos en errores de oportunismo. Marx y Engels, no obstante ser dos personas solamente, ya en su tiempo declararon que el capitalismo sería derribado en el mundo entero. Al enfrentar, sin embargo, las cuestiones concretas y a cada enemigo en particular, si no los tomamos muy en serio, cometeremos errores de aventurerismo. En la guerra, las batallas sólo pueden ser dadas una por una y las fuerzas enemigas, aniquiladas parte por parte. Las fábricas sólo pueden construirse una por una y los campesinos, arar la tierra parcela por parcela. Pasa lo mismo incluso con el acto de comer. Desde el punto de vista estratégico, consideramos poca cosa el consumir una comida: Estamos seguros de poder terminarla. Pero, en el proceso concreto de comer, lo hacemos bocado a bocado. No podemos engullir de un solo bocado lo ofrecido en un banquete. Esto se llama solución por partes y, en literatura militar, destruir las Fuerzas enemigas por separado.


LOS VOLUNTARIOS DEL PUEBLO CHINO DEBEN MIRAR CON CARIÑO CADA MONTAÑA, CADA RÍO, CADA HIERBA Y CADA ÁRBOL DE COREA

19 de enero de 1951

[Instrucción del camarada Mao Tse-tung para los Voluntarios del Pueblo Chino.]


Los camaradas chinos y coreanos deben mantener una unidad tan íntima como de hermanos, vivir las mismas penas y alegrías, compartir el mismo destino en la vida y en la muerte y luchar hasta el fin para vencer al enemigo común. Es preciso que los camaradas chinos consideren los asuntos de Corea como los suyos propios y que se eduque a nuestros mandos y combatientes para que miren con cariño cada montaña, cada río, cada hierba y cada árbol de Corea y no tomen del pueblo coreano ni una sola aguja ni una sola hebra de hilo, tal como es nuestra actitud y manera de proceder en el país; ésta es la base política para nuestra victoria. Siempre que procedamos así, lograremos la victoria final.


..........en una palabra, no debemos atacar en las cuatro direcciones. Si lo hiciéramos, pondríamos en tensión a todo el país, y esto sería muy malo. De ninguna manera debemos crearnos demasiados enemigos, sino hacer ciertas concesiones en una dirección y aflojar allí un poco la tensión para concentrar fuerzas y lanzar ataques en otra. Debemos trabajar bien para que los obreros, campesinos y pequeños artesanos nos apoyen y para que la gran mayoría de la burguesía nacional y de la intelectualidad no se oponga a nosotros. De este modo, quedarán aisladas las fuerzas remanentes del Kuomintang, los agentes secretos y los bandoleros, aislada la clase terrateniente, aislados los reaccionarios de Taiwán y el Tíbet, y aislados también de nuestro pueblo los imperialistas. Esta es nuestra política, ésta, nuestra orientación estratégica y táctica y ésta, en fin, la línea de la presente Sesión Plenaria del Comité Central.


EN MEMORIA DEL DR. SUN YAT-SEN

12 de noviembre de 1956

[Artículo escrito por el camarada Mao Tse-tung con motivo del 90.° aniversario del nacimiento del Dr. Sun Yat-sen.]


¡Rindamos homenaje al Dr. Sun Yat-sen, gran precursor de la revolución!

Honramos su memoria porque, en el período preparatorio de la revolución democrática de China, libró una aguda lucha contra los reformistas asumiendo una clara posición de demócrata revolucionario. En esa lucha, él fue el portaestandarte de los demócratas revolucionarios chinos.

Honramos su memoria por la grandiosa hazaña que realizó durante la Revolución de 1911 al dirigir al pueblo en el derrocamiento de la monarquía y el establecimiento de la república.

Honramos su memoria por la magnífica contribución que hizo en el período de la primera cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista al desarrollar los viejos Tres Principios del Pueblo convirtiéndolos en los nuevos.

EL nos dejó muchas cosas de valor en la esfera del pensamiento político.

Los chinos de nuestra época, excepto un puñado de reaccionarios, somos todos continuadores de la causa revolucionaria del Dr. Sun.

Hemos completado la revolución democrática que el Dr. Sun dejó inconclusa y la hemos desarrollado haciendo de ella una revolución socialista, en cuyo proceso de realización nos hallamos ahora.

Las cosas se desarrollan sin cesar. Han transcurrido sólo 45 años desde la Revolución de 1911 y, sin embargo, la faz de China ha cambiado por completo. Al cabo de otros 45 años, esto es, para el año 2001, en los albores del siglo XXI, China habrá experimentado cambios aún mayores. Será un poderoso país industrial socialista. Y así tiene que ser, pues con una superficie de 9.600.000 kilómetros cuadrados y una población de 600 millones, China debe hacer un aporte comparativamente grande a la humanidad. Durante un largo período, su contribución ha sido muy reducida, y esto nos apena.

Pero debemos ser modestos. Debemos serlo no sólo ahora, sino incluso cuando hayan pasado esos cuarenta y cinco años. Seamos modestos siempre. En nuestras relaciones con el extranjero, los chinos debemos desechar resuelta, definitiva, cabal y totalmente cualquier manifestación de chovinismo de gran nación.

El Dr. Sun era un hombre modesto. Escuché sus discursos en muchas ocasiones y quedé impresionado por su grandeza de espíritu. Su gran dedicación al estudio de la historia de China y de sus condiciones sociales contemporáneas, así como al estudio de la situación de los países extranjeros, entre ellos la Unión Soviética, fue para mí muestra de que era muy modesto.

Consagró toda su vida, con absoluta abnegación, a la transformación de China; de él se podría decir que dio lo mejor de sí, lo dio todo hasta que su corazón dejó de latir.

Al igual que muchas grandes figuras de la historia que se pusieron en el primer frente para guiar la corriente de su época, el Dr. Sun también tuvo defectos. Esto hay que explicarlo a la luz de las circunstancias históricas, de modo que la gente lo comprenda. No debemos ser demasiado exigentes con los precursores.


https://webs.ucm.es/info/bas/utopia/html/mao.htm




domingo, 20 de septiembre de 2020

LA GUERRA CON CHILE- Victor A.Garcìa Belaunde, el oscuro personaje Mariano I.Prado

El expediente Prado por Víctor Andrés García Belaunde 

Por: Ricardo Cuya Vera al jueves, marzo 2, 2017 

 La intención de publicar este libro fue la de abrir paso a la verdad sobre un personaje de la historia republicana, absurdamente convertido en casi un “Dios del Olimpo”, en un ser superior intocable porque era un héroe, un ciudadano ejemplar, un peruano representativo. Hubiésemos querido que fuera todo eso, pero la realidad es totalmente diferente, porque si alguien tuvo la culpa de la derrota que padecimos en 1879 fue él y la clase política y militar que lo rodeó, en este caso con muy honrosas excepciones, pues nos gobernó desde tres años antes que Chile declare la guerra, sin prepararse para ella, ni hacer nada para evitarla y luego desertó del mando supremo nueve meses después de producida, cuando ya estaba casi perdida.
Todas las afirmaciones sobre cada paso en la vida de Mariano Ignacio Prado están seriamente documentadas. Desde su nacimiento en 1825 (y no en 1826 como siempre se ha dicho) hasta su muerte en París en 1901, y la posterior inhumación en Lima un año después. Sus biógrafos siempre se detuvieron sospechosamente en la hora cenital de Prado: el combate del 2 de mayo y si alguno avanzó hasta el desastre de 1879, comprometió la verdad histórica con documentos falsos, oportunamente rechazados por instituciones respetables. 
 
El peregrinar de Prado en el extranjero no se conocía exactamente e incluso uno de los parientes de doña Magdalena Ugarteche hizo circular la versión que se sostenía gracias al aporte económico de sus amigos. 

 A lo que nunca se hizo referencia, lo que se ocultó siempre (o es posible también que se ignorase), fue la conexión Prado-Von der Heyde, su concuñado y testaferro. Y los negocios que emprendió “el héroe del Callao” con los chilenos antes, durante y después de la contienda del 79. 

Es decir, en la misma época que ejecutaron a su hijo Leoncio en Huamachuco en julio de 1883. Dueño de minas de carbón en Carampangue, en la región del Bío Bío, provincia de Arauco en Chile, se convirtió en proveedor de carbón de las embarcaciones que llegaban a esos puertos, adonde también recalaban los de la Armada chilena, sin importarle que ese carbón fuera transportado hacia una amplia bahía con destino a los buques que merodeaban por nuestro litoral y combatían a la pequeña pero heroica fuerza naval peruana. 

 Esta manera fenicia de actuar debió de haberse conocido en Lima, porque muchos extranjeros con residencia en Chile estaban en contacto permanente con sus parientes del Perú. Lo que pasó, o lo que debió haber sucedido, fue la adopción de un silencio cómplice. 

Nadie deseaba hablar, los que tuvieron noticias del caso prefirieron callar, incluso los militares. Ellos, cuando Prado regresó al Perú en julio de 1886 (por la benevolente decisión del presidente del Consejo de Ministros Antonio Arenas, en diciembre de 1885 durante el gobierno de Cáceres) no dudaron en elegirlo presidente de la Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia, Vencedores el 2 de Mayo de 1866 y Defensores Calificados de la Patria. Lo fue de 1890 a 1891 y de 1896 a 1897. 

¿Consideraron que Prado era un militar de grandes merecimientos y un “defensor calificado de la patria” en 1879? Lo cuestionable de estas honrosas determinaciones radica en el mutismo que adoptaron Lizardo Montero, Manuel Villar e Isaac Recavarren, los tres oficiales con una notable hoja de servicios. 

Sin embargo, el concepto que en verdad se tuvo de Prado está muy bien definido en la carta de José de la Riva-Agüero a Miguel de Unamuno (24 de diciembre de 1906). Lo llamó “inepto, desertor y rapaz”. 

Para Riva-Agüero su fortuna se inició con el contrato Raphael-Prado, aunque creo que ello se dio con la compra sobrevalorada de los monitores Atahualpa y Manco Cápac, tema que ha permanecido oculto por quienes se han referido a esta vergonzosa adquisición. 

A través de este trabajo he anotado el comportamiento del ejército de ocupación. Oficiales y soldados, convertidos en pirómanos, se dispersaron por haciendas y fundos; compañías selectas de soldados chilenos destruyeron factorías y fábricas y cuanto local del Estado encontraron a su paso. 

Y los jefes impusieron cuantiosos cupos a un sector de ciudadanos. En cada esquina de la ciudad se fusilaba a todos aquellos que defendían su hogar de estupros y robos. ¿Qué sucedió con la cuantiosa riqueza de Prado en Chile, convertida en minas, en tierras, en propiedades urbanas? ¿Incendiaron su residencia de verano de Villa del Mar, derrumbaron a cañonazos sus casas, almacenes y depósitos de Arauco? No, porque (y eso lo he demostrado documentadamente) Prado era un vecino notable de ese país. 

Epílogo es sinónimo de conclusión. Podemos decir entonces que el triunfo de las armas chilenas revaloró sus posesiones de Valparaíso, Santiago y Arauco. Se volvió más rico y, fiel a su costumbre, consiguió un nuevo testaferro en el Perú. 

Esta vez fue su hijo político Juan Manuel Peña Costas. Otra de las grandes sorpresas en la vida de este personaje fue la fundación del Banco Popular del Perú en 1899 por su hijo Mariano Ignacio Prado Ugarteche, un joven de 29 años sin trayectoria laboral, con excepción de los cursos que dictaba en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Marcos como profesor auxiliar. 

Curiosamente casi treinta años antes, el general Prado había fundado en Chile el Banco Montenegro, del cual era socio mayoritario con el 95 por ciento de su capital. El año anterior había promovido, comentan sus biógrafos, “el establecimiento de la fábrica de tejidos de Santa Catalina”. ¿De dónde salió el dinero? Los Ugarteche, familiares de doña Magdalena, carecían de bienes de fortuna. ¿Su cuñado Peña Costas le prestó lo necesario para sus aportes? Su riqueza no era tan grande como se ha pretendido. ¿Quién puso entonces económicamente en la cima a los hijos del general? 

 En definitiva, es posible concluir que: 

1. Prado fugó en plena Guerra del Pacífico porque defender al país en calidad de presidente del Perú le resultaba contraproducente a sus intereses personales, que estaban en función de sus cuantiosas inversiones en Chile. 

2. Lejos de lo que se ha especulado siempre alrededor de la historia del general Prado, éste no comenzó a multiplicar su riqueza a raíz de la fuga durante la guerra (pues en esa época ya era rico), cuando se llevó 3.000 libras (cifra que al cálculo actual podría llegar hasta los 600.000 dólares) del erario público, solo como viáticos —ya que los enviados de éste para la supuesta compra de armas ya habían partido a Europa— sin rendir cuenta alguna posteriormente. Sus malversaciones se iniciaron mucho antes, ya que desde su primer gobierno hizo una compra sobrevalorada de los inservibles monitores Manco Cápac y Atahualpa y de la emisión de vales en la revolución de 1865 contra Pezet; ambas situaciones detalladas con amplitud en el libro. 

3. La guerra benefició a Prado, pues, a raíz de dicho triunfo, el nivel de vida en Chile se elevó, lo cual repercutió en el aumento del valor de las inversiones que él tenía allá, de modo tal que dicho caudal multiplicó su valor inicial. 

4. Desde que apareció en la escena política del país, Prado comenzó a tejer importantes redes sociales con los principales personajes políticos chilenos, los que le resultaron sumamente útiles para emprender los diversos negocios que tuvo en Chile, invirtiendo el dinero que sacó del Perú en 1867. 

5. Finalmente, Prado, después de la guerra, decidió vender todos los negocios que tenía en Chile en 175.000 libras esterlinas (que según los diferentes métodos que utilizan los economistas para hacer las conversiones de actualización de la cifra, dicha suma varía entre 70 millones y 320 millones de dólares) para que pocos años más tarde, ya establecido en Lima, sus hijos emprendieran el camino empresarial con la creación de la Sociedad Santa Catalina y el Banco Popular. 

Todo ello no hace sino confirmar las serias dudas que siempre hubo sobre el origen del dinero que configuró el llamado Imperio Prado, el más grande poder económico del Perú durante la mayor parte del siglo XX. 

Definitivamente, el dominio económico de los Prado durante dicho siglo tuvo sin duda su origen en el patrimonio mal habido del general Mariano Ignacio Prado. 

Creo que El expediente Prado será una fuente importante de consulta para quienes deseen iniciar nuevos estudios sobre Prado, su entorno y su época; hoy con su verdadera faz y no como había sido presentado desde el siglo XIX. 

Fuente: voltairenet.org 

El Expediente Prado Víctor Andrés García Belaúnde