miércoles, 23 de julio de 2014

Caperucita Roja, Versiòn del lobo feroz


Caperucita roja y el lobo feroz en versiòn del lobo




Caperucita Roja. Versión del Lobo.

Posted in Cuentos by Alguien on 28 diciembre 2007
El cuento de Caperucita roja es uno de los más conocidos universalmente. Existen cientos de versiones y adaptacionesdel popular cuento a lo largo de la literatura, música, cine, publicidad, historia, etc. Surgido como una narración de tradición oral fue divulgado inicialmente por Charles Perrault (1697) en su versión más primitiva y posteriormente por los Hermanos Grimm (1812), la más popular. Iré publicando en este blog algunas de esas versiones, comenzando con la interpretación que el Lobo feroz hace de la historia:

El bosque era mi hogar. Yo vivía allí y me gustaba mucho. Siempre trataba de mantenerlo ordenado y limpio. Un día soleado, mientras estaba recogiendo las basuras dejadas por unos turistas sentí unos pasos. Me escondí detrás de un árbol y vi llegar a una niña vestida de una forma muy divertida: toda de rojo y su cabeza cubierta, como si no quisieran que la viesen. Caminaba feliz y comenzó a cortar las flores de nuestro bosque, sin pedir permiso a nadie, quizás ni se le ocurrió que estas flores no le pertenecían. Naturalmente, me puse a investigar. Le pregunté quién era, de dónde venía, a dónde iba, a lo que ella me contestó, cantando y bailando, que iba a casa de su abuelita con una canasta para el almuerzo. Me pareció una persona honesta, pero estaba en mi bosque cortando flores. De repente, sin ningún remordimiento, mató a un mosquito que volaba libremente, pues el bosque también era para él. Así que decidí darle una lección y enseñarle lo serio que es meterse en el bosque sin anunciarse antes y comenzar a maltratar a sus habitantes.
La dejé seguir su camino y corrí a la casa de la abuelita. Cuando llegué me abrió la puerta una simpática viejecita. Le expliqué la situación y ella estuvo de acuerdo en que su nieta merecía una lección. La abuelita aceptó permanecer fuera de la vista hasta que yo la llamara y se escondió debajo de la cama.






Cuando llegó la niña la invité a entrar al dormitorio donde yo estaba acostado vestido con la ropa de la abuelita. La niña llegó sonrojada, y me dijo algo desagradable acerca de mis grandes orejas. He sido insultado antes, así que traté de ser amable y le dije que mis grandes orejas eran para oírla mejor.
Ahora bien, la niña me agradaba y traté de prestarle atención, pero ella hizo otra observación insultante acerca de mis ojos saltones. Comprenderán que empecé a sentirme enojado. La niña mostraba una apariencia tierna y agradable, pero comenzaba a caerme antipática. Sin embargo pensé que debía poner la otra mejilla y le dije que mis ojos me ayudaban a verla mejor. Pero su siguiente insulto sí me encolerizó. Siempre he tenido problemas con mis grandes y feos dientes y esa niña hizo un comentario realmente grosero.
Reconozco que debí haberme controlado, pero salté de la cama y le gruñí, enseñándole toda mi dentadura y gritándole que era así de grande para comérmela mejor. Ahora, piensen Uds: ningún lobo puede comerse a una niña. Todo el mundo lo sabe. Pero esa niña empezó a correr por toda la habitación gritando mientras yo corría detrás suya tratando de calmarla. Como tenía puesta la ropa de la abuelita y me molestaba para correr me la quité, pero fue mucho peor. La niña gritó aun más. De repente la puerta se abrió y apareció un leñador con un hacha enorme y afilada. Yo lo miré y comprendí que corría peligro, así que salté por la ventana y escapé corriendo.
Me gustaría decirles que éste es el final del cuento, pero desgraciadamente no es así. La abuelita jamás contó mi parte de la historia y no pasó mucho tiempo sin que se corriera la voz de que yo era un lobo malo y peligroso. Todo el mundo comenzó a evitarme y a odiarme.
Desconozco que le sucedió a esa niña tan antipática y vestida de forma tan rara, pero si les puedo decir que yo nunca pude contar mi versión. Ahora ya la conocen…”
Adaptación corregida de un texto de © Lief Fearn titulado El Lobo calumniado aparecida en el Educatio Projet de la Sección Británica de A.I. Publicado en el Boletín Informativo: “Educación en Derechos Humanos” nº 8, Septiembre 88.


https://algundiaenalgunaparte.wordpress.com/2009/03/


martes, 1 de julio de 2014

Alfredo Gonzàles Salazar un peruano con historia

ALFREDO GONZÁLEZ SALAZAR
Un hombre y una familia
Al servicio del
PERÚ
Alfredo González Salazar nació en Lima el 6 de junio de 1947, siendo hijo del que fuere Alfredo González Byrne, natural de Trujillo, y de Helena Salazar Southwell de González, nacida en Lima. Pasó su infancia en el fundo Barbacay, de propiedad de su familia (sito en el valle de Huarmey).
Sus estudios escolares los realizó en el Colegio Markham e ingresó a los 16 años a la Universidad Nacional Agraria de la Molina, donde concluyó sus estudios de agronomía en 1968, obteniendo el mejor promedio hasta esa fecha. En 1969 ingresó a ESAN donde se graduó como Magister en Administración de Empresas, obteniendo la medalla de plata por sus altas calificaciones.
En 1970 ingresa a trabajar en el Banco Continental, el cual en esa fecha era de propiedad del Chase Manhattan Bank. Ahí realiza una práctica de 6 meses en Lima y, luego, en San Juan de Puerto Rico. Cuando regresa al Banco Continental, ocupa importantes cargos en el sector de créditos de dicha institución.
En 1976 ingresa a trabajar en el Sindicato Pesquero del Perú como Director Gerente. La mencionada empresa se convirtió en la fábrica productora de harina de pescado más grande del mundo. En 1978 forma parte de un consorcio privado con el cual construye una conservera, que luego se convierte en la mayor del país. Asimismo, siembra 600 hectáreas de espárragos en el valle del río Santa, construyendo una procesadora; en asociación con Del Monte Corporation (U.S.A.).
En 1980 se independiza y se dedica a la exportación de productos de mar y agroindustriales a más de 40 países. Asimismo, fue profesor de ESAN en el área de Magister y de desarrollo ejecutivo dictando, también, cursos para ejecutivos del Banco Internacional de Desarrollo y del ALIDE. Asimismo, dictó cátedras en la Escuela de Guerra Naval sobre el tema de finanzas. Por 12 años fue director tesorero de la Sociedad Nacional de Pesquería y por dos años fue director de la CONFIEP. Participa, a su vez, en diversas conferencias especializadas en Pesca Responsable. Por dos años fue director de Electrolima participando activamente en su privatización, para luego ser por 3 años director de Edelnor. Hoy se dedica a la asesoría y consultoría.
Paralelamente, fue dirigente del Club Universitario de Deportes por 14 años, 6 de los cuales fue Presidente de la institución. Bajo su presidencia se gestionó, construyó e inauguró el Estadio Monumental, estadio el cual es uno de los más modernos del mundo. Asimismo, bajo su gestión se construyó la Villa de Menores para promover los futuros valores nacionales, y se renovó y amplió la sede social denominada Campo Mar U. Logró, además, importantes victorias nacionales para la institución.
Alfredo es padre de tres hijos: Alfredo, Alexia y Roxana.
La familia de Alfredo tiene una antigua tradición y gran arraigo en el Perú y nunca antepuso sus intereses personales a los de la patria, pues lleva amor al Perú en su sangre.
El padre de Alfredo trabajó toda su vida como agricultor y fundó la Asociación Nacional de Gallos de Pelea del Perú, así como fue uno de los 13 fundadores de la Asociación Nacional de Criadores de Caballos de Paso del Perú. Uno de sus caballos llamado "Festejo" obtuvo el premio de Campeón de Campeones de su raza. Fue dirigente por 20 años del Club Universitario de Deportes y durante su gestión el equipo ganó el Sub-Campeonato de América y se compró el terreno donde hoy está construido Campo Mar U.
El abuelo de Alfredo, Enrique González Larrañaga, a los 14 años fue uno de "los cabitos" los cuales se dedicaban a abastecer las municiones a los patriotas durante las batallas mediante las cuales los chilenos ocuparon Lima. Enrique fue herido por una granada de guerra, accidente por el cual casi pierde la vida. Un hermano de Enrique, Carlos Fernán González Larrañaga, falleció heroicamente en la Batalla de Chorrillos, su nombre está inscrito en la Cripta de los Héroes, a pesar de que su cadáver nunca fue encontrado. Nicanor González del Real (bisabuelo de Alfredo) defendió los intereses patrios peleando en Pisagua y fue Jefe de la Casa de Municiones de Lima. Nicanor fue también Prefecto de Trujillo y Diputado por el Departamento de Ancash.
El Capitán de Navío Juan Fanning García, esposo de Teresa González del Real (tía bisabuela de Alfredo) comandó el Batallón de Guarniciones de Marina y fue llamado a defender Miraflores, Batalla en la cual fue herido y, agonizando, fue llevado a la casa de su esposa Teresa por su ordenanza Hilario Montero. Ahí falleció en brazos de su esposa Teresa González de Fanning, quien escuchaba el retumbar de los cañones. A raíz de este acto Juan Fanning es héroe de la Marina de Guerra del Perú. Desde ese momento, Teresa, se convirtió en la gran e ilustre educadora y feminista que hoy conocemos, ella fundó el Colegio Juan Fanning. Hoy existe una gran unidad escolar denominada "Teresa González de Fanning" en su honor.
Alfredo desciende de dos próceres de la patria, los cuales proclamaron nuestra independencia en Ica. Ellos fueron Juan José y Justo de Salas.
El abuelo materno de Alfredo fue Ricardo Salazar y Salcedo, natural de Lambayeque, y es considerado el padre de la odontología en el Perú. Un hermano de la madre de Alfredo fue el Alférez FAP Alfredo Salazar Southwell, quien a los 24 años se inmoló en los cielos de Miraflores al preferir enrumbar su avión hacia el mar, para evitar el holocausto que hubiera causado su avión en llamas al estrellarse contra la ciudad. Hoy es héroe de la Fuerza Aérea del Perú y Miraflores le erigió un monumento y un parque en su honor. Carlos Salazar Southwell fue Ministro de Fomento bajo la Presidencia del General Manuel Odría, refrenando una famosa ley de petróleos que hasta hoy es de aplicación.
Ricardo Salazar Southwell fue un famoso odontólogo que ganó el premio Hipólito Unanue, otorgado por primera vez a dicha especialidad.
El bisabuelo materno de Alfredo fue un súbdito inglés llamado Charles Southwell, quien vino contratado por el gobierno peruano para dirigir y modernizar la Casa de Moneda. Cuando la ocupación chilena Southwell ocultó el oro y las cuñas pertenecientes al Perú en la casa que tenía en el Malecón de los Ingleses (Barranco). El ejército chileno se presentó a las puertas de su casa para exigirle que le entregara esos valores, él valientemente contestó que su casa gozaba de extraterritorialidad Británica y que sólo obedecía órdenes de su Majestad la Reina Victoria, negándose a entregar dichos bienes. Una vez libres de la ocupación Charles Southwell devolvió los valores.
El gobierno peruano en agradecimiento a su noble gesto acuñó monedas con la imagen de su hija Bertha (abuela de Alfredo) como el Símbolo de la Patria.


Alfredo Gonzàles el polèmico dirigente deportivo